Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

miércoles, 2 de junio de 2010

O let me weep



Año, 1692. El músico, Henry Purcell. La obra,  La Reina de las Hadas. El Aria: O let me weep. Canta Juno una hermosa desventura. ¿Cómo la desventura puede ser hermosa? ¿Cómo las lágrimas pueden permanecer intactas durante siglos? ¿Cómo el arte puede atravesar los tiempos y conmover; llegar a Lima, Perú - año del señor del  2010 - y conmover a este melómano? La belleza se anuncia como una ventana, quizás ilusoria, a la eternidad, donde el canto de Juno se presenta tristísimo pero hermoso. Qué lejos estamos de producir arias como las que hizo Purcell. ¿Qué tiene que pasar en la historia para volver a crear arte con la mirada en lo alto y el libro de la sabiduría en las manos (Romualdo)? 

Reina de las Hadas. Acto V
Juno: 
O dejadme llorar, llorar por siempre.
Mis ojos no le darán más la  bienvenida al sueño,
pues me voy a esconder de la vista de día.
Y suspiro y suspira mi alma. 
Se ha ido, se ha ido y deploran la pérdida;
Y nunca lo veremos más.


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