Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

viernes, 31 de octubre de 2008

Matelda en el jardín. Primera visión del Paraíso

Purgatorio XXVIII
(fragmento)


Sois nuevos, y quizá porque yo río,
comenzó ella, en éste lugar elegido
por la natura humana para su nido,

maravillados os retiene una sospecha;
mas luz aporta el salmo Delectasti,
que puede desanublar vuestro intelecto.

Y tú que estás delante y me rogaste,
di si otra cosa oir quieres; que pronta vine
a tus cuestiones todas, hasta que baste.

El agua, dije yo, y el son de la floresta
impugnan en mi la creencia nueva
por algo que oí contrario a ésta.

Por lo que ella: Te diré como procede
por su razón aquello que admirarte hace,
y purgaré la niebla que te hiere.

El sumo Bien, que solo a sí se place,
hizo al hombre bueno y para el bien,
y este lugar le dio en arras de paz eterna.

Por su falta que demoróse poco;
por su falta en llanto y en afanes
cambió honesta risa y dulces juegos.

Para que la conmoción que abajo hacen
de sí la exhalación del agua y de la tierra,
que cuanto pueden tras el calor marchan,

no hiciera al hombre guerra alguna,
este monte se alzó al cielo tanto
que libre de ellas quedó desde la puerta.

Ahora bien, como en el entero círculo
el aire se mueve con la primera vuelta,
si en algún punto no es roto el cerco,

en esta altura que está por entero suelta
en el aire vivo, tal movimiento repercute,
y hace que la selva suene, porque es espesa;

y la azotada planta tanto puede,
que de su virtud el aire impregna,
y este luego, girando, difunde entorno;

y la otra tierra, conforme es digna
por sí y por su cielo, concibe y alumbra
de diversas virtudes diversos leños.

Por tanto allá no será maravilla,
oído esto, cuando alguna planta
os germine sin aparente semilla.

Y saber debes que la campiña santa
en la que estás, de toda semilla está colmada,
y fruto encierra que allá abajo no se coge.

El agua que ves no surge de vena
nutrida de vapor que el frío convierta,
como río que adquiere y pierde aliento;

mas sale de fontana sólida y cierta,
que por voluntad de Dios tanto recobra,
cuanto vierte en dos partes abierta.

En esta parte con virtud desciende
que quita la memoria del pecado;
en otra de toda buena obra recuerda.

Este Lete; y del otro lado
Eunoe se llama; y no opera
si aquí primero que allá no se bebe;

a todos los demás sabores estos superan.
Y aunque mucho pueda ser sacia
tu sed porque más no te descubro,

te daré un corolario aún de gracia:
no creo que mis dichos te sean menos caros,
si más allá de prometido se espacian.

Aquellos que antiguamente poetizaron
la edad de oro y su feliz estado
quizá este monte en el Parnaso soñaron.

Aquí fue inocente la raíz humana;
aquí es siempre primavera y fruto;
éste es el néctar del que todos hablan.

Entonces atrás me di vuelta por completo
a mis poetas, y vi que con sonrisa
había escuchado el último período;

luego a la bella dama retorné la vista.


Sinfonía Dante. Franz Liszt. Tercera parte: Magnificat

martes, 28 de octubre de 2008

Lejanía de todo

Cuando una especie se enfrenta a un cambio dramático de su ecosistema, algunos individuos de la misma, logran desarrollar ciertos mecanismos biológicos que les permite adaptarse al nuevo ambiente. Otros, incapacitados, no llegan a formar destrezas que les permita sobrevivir en el ecosistema naciente. Esta desadaptación conlleva a la desaparición. Lo que en términos llanos denominamos "muerte".

Por ello, la excesiva especialización de determinados individuos es condición de su "muerte". Pues la sobrevivencia esta condicionada por el consumo de uno o dos agentes de alimentación y un delicado equilibrio de circunstancias medioambientales. Como la vida no cesa, el ambiente y ciertos agentes nutritivos, pueden desaparecer con facilidad. Y así, en la carencia, el individuo en demasía especializado, se queda sin posibilidades de seguir siendo.

Cuando un individuo conciente se enfrenta a la posilidad de desapecer por acción de la "vida", tiene dos opciones: bregar a pesar de todas las adversidades o esperar su propia extinsión. En el último caso, el abandono de lucha puede ser asumido de diversas formas. Una manera puede ser desplazarse hasta un claro y, sentado, en actitud orante, recoger la experiencia de lo trascendente. Otra, coger un violín y, medio de una inevitable nada, dar el último testimonio de lo que fue.

Bach, J.S. Partita No. 3 in E, BWV 1006 por Nathan Milstein.


viernes, 24 de octubre de 2008

Recuerdos de 1992

Recuerdo 1992. Y pienso en lo que se creía entonces. Todo el bloque socialista se ha venido abajo en pocos años (1989-1991) y aires nuevos venían a poblar la conciencia anhelante de creencias. El breve siglo XX (1914 -1991) había concluido-a decir del historiador neomarxista Eric Hobsbawm- y se iniciaba otro, el XXI, con sus expectativas, problemáticas y retos. En 1992 morían tres artistas que siempre me conmovieron, creadores que caracterizaron, por diversas rutas, el arte del siglo XX: Francis Bacon, Olivier Messiaen y John Cage. Pienso que Francis Bacon fue último gran pintor del "siglo de los extremos" (otra vez Hobsbawn), Pasó por todas las etapas condiciables del arte de vanguardias y de postvanguardias, creando una obra plena de violencia, poder, enojo, ira, pero imbuida de un dominio formal notable; trasgresora, pero siempre humana. Mi recuerdo de Bacon, esta asociado a esa impresionante e impresionista lectura que hizo Vargas Llosa en Elogio de la Madrastra (1988) de Cabeza I. En el capítulo "Semblanza de Humano" escribe Mario Vargas LLosa:


No tengo brazos ni piernas pero mis cuatro muñones estan bien cicatrizados yendurecidos, de modo que puedo desplazarme por la tierra con facilidad y a un la carrera si hace falta. Mis enemigos no han logrado darme alcance hasta ahora en ninguna de las persecuciones. .Como perdi las manos y los pies? Un accidente de trabajo, tal vez; o, acaso, un medicamento que engullo mi madre para tener un embarazo benigno (la ciencia no acierta en todos los casos, pordesgracia).






También en aquel año, como dije, murieron dos compositores de primer orden: Messiaen y Cage. Ambos orientados por búsquedas estéticas y artísticas diferentes. Pero dispuestos a organizar lenguajes sonoros con un decidido afán modernizador y renovador. Messiaen unió lo más atractivo y útil del serialismo con los valores y creencias de la fe cristiana-católica, logrando construir una obra donde lo místico puede convivir en lo moderno y en secular: experiencia de lo religioso que se comunica a pesar del "silencio de Dios" (Bonhoeffer). Aun cuando la obra de Messiaen es abultada, El cuerteto para el fin de los tiempos (compuesto y estrenado en un campo de concentración, donde él estuvo) seguirá siendo la gran composición de este sobresaliente músico francés.


V. Louange á l´Eternité de Jésus.Quatuor pour la fin des temps. Olivier Messiaen (1941)



John Cage llevó a la música a un nivel que ningún otro compositor pudo llegar. Conocedor del sonido en "grado cero" (el mayor conocimiento), nos obligó a reconocer que la música occidental había llegado a un límite, un límite que se presenta como un silencio "místico", casi a la manera del primer Wittgenstein. Desde que Cage soberanamente nos tomo el pelo, la tradición occidental no hizo más que morderse los codos. He oído mucho de Cage, pero lo que logró con 4, 33¨, será siempre enervante, disociador; una sacada de lengua realizada por lo mejor que dió norteamérica, aquel Estados Unidos que ya no existe (pues ahora, ya se ha transformado en la primera potencia bananera de la historia)


John Cage - 4'33". 1952




Todos murieron en 1992, todos habían nacido en 1908.




miércoles, 22 de octubre de 2008

El combate entre la razón y el sentimiento

Il cimento dell'armonia e dell'inventione de Antonio Vivaldi. Ahí se encuentra la serie de conciertos más conocidas del célebre compositor veneciano: Las Cuatro Estaciones. ¿Se puede pensar, dada la naturaleza del título, en una lucha entre las rígidas formas del barroco y una subjetividad que se quiere manifestar libremente? En 1725, año del estreno de esta obra, no es posible entrever una disputa semejante. A no ser que el "padre rojo" sea un decidido innovador no sólo de la forma, sino del sentido de la música. Quizás para ello se debería conocer las características de los conceptos de armonía y de invención de aquella época. Sin embargo, la invención hay que situarla en el plano de la reelaboración de las formas tradicionales y no en la creación. A inicios del siglo XVIII, no se identificaba creación con arte. Pues esta vinculación fue propia del romanticismo (el artista como creador).

Por eso, la invención, en el sentido barroco, tenía que ver con la posibilidad de manipular la forma sin traicionar el sentido armónico. Sin embargo, en la destreza de esa manipulación formal, se podría enterver una subjetividad, no en el ámbito de lo intimo sentimental, sino como un talento subjetivo que pueda ser capaz de producir obras particularmente diferenciadas. Debido a la enorme capacidad para "inventar", desde los rígidos recursos formales, Vivaldi llegó a ser el compositor más importante de su época. Sus contemporáneos vieron en el "prete rosso" la capacidad de unir, casi a la perfección, tanto la armonía como la invención. Además reconocieron que en la encorsetada estructura del "concerto grosso", habitaba una poder inventivo que podía evidenciar estados del alma que se encontraban más allá de la "teoría de los humores" y su estricta demarcación de los tiempos. Las líneas melódicas de los solistas erizan el acompañamiento y exhasperan al bajo continuo, obligándolo a marchar hacia los límites nunca quebrados de la armonía. En este combate no hay vencedores ni vencidos. L'estro armonico ( la inspiración armónica) sirve a la música del más perfecto barroco.

Allegro non molto. El Invierno. Las Cuatro Estaciones. Il cimento dell'armonia e dell'inventione. Karajan al final de su vida dirige a su engreída Anne Sophie Mutter


martes, 21 de octubre de 2008

Marin Marais - Sonnerie de Sainte Geneviève du Mont de Paris

Marin Marais (1656- 1728) ¡ Qué hubiera sido si Alain Corneau no nos lo hubiese dado a conocer en la hermosa Tous les matins du monde ¡ Virtuoso de la viola da gamba, fue favorito de Luis XIV y Luis XV, junto a Lully y, obviamente, a Louis Nicolás Clerambault (otro enorme compositor). Esta pieza que comparto para conjunto de cuerdas y bajo continuo es una de mis favoritas de Marais. Cortesana, plena de sentimientos descriptivos, casi "impresionistas" y de un evidente exotismo. Por momentos, el Jimbo Lullaby de Debussy pareciese haberse aventurado un par de siglos antes.


Sonnerie de Sainte Geneviève du Mont de Paris. Marin Marais.

sábado, 18 de octubre de 2008

Patética, sin más

1799. Beethoven tiene 29 años. Es publicada la sonata N 8 del Op 13 Patética. Esta obra inaugura un nuevo derrotero en la música para piano, tal como lo hicieron la Heroica (1804) para la música sinfónica y el dúo sonata (para piano y violín) "a Kreutzer" (1803)en el repertorio de cámara. En cinco años la forma clásica se imbuyó de nuevos contenidos: los de las leyes del corazón. La Patética es célebre. ¿Qué melómano no la ha ubica? Grave- allegro di molto e con brio. Desde el primer tema nos sometemos a su poder de seducción, en clave de tormento, de arrebato, de cierta furia que no se comprende sin el Testamento Heiligenstadt. Un corazón que se agita, que se agiganta como nunca antes en la historia de la música. Adagio cantabile. Si se cree que la música respira, aquí la mayor demostración. Sencillez abierta en una melodía íntima, precisa y preciosa. Beethoven llega a la sabiduría del sonido en clave lentísima y serena. Se evidencia cierto pesar, una turbación que languidece pero que en su sinceridad nos arropa en la mejor demostración de solidez en el uso del tiempo. Desde aquí los adagios será otra cosa. Rondo. Allegro. Como no podía ser de otra manera, el joven maestro mira al clasicismo, arquitectura sobría y sólida en la mejor tradición vienesa. Demuestra que para innovar es necesario hurgar en conocimiento de las formas puras. Una belleza completa.


Sonata Patetique N. 8 Op 13. Daniel Baremboim: Grave -Allegro di molto e con brio



Sonata Patetique N. 8 Op 13. Daniel Baremboim: Adagio cantabile



Sonata Patetique N. 8 Op 13. Daiel Baremboim: Rondo. Allegro



Dedicado a mi mismo.

jueves, 16 de octubre de 2008

Souvenir de Florence

En el librero, descasaba la cabeza de Dante hecha de mármol de Carrara. Llegó desde Florencia junto a Papá en un viaje que hoy resulta místico por las connotaciones familiares, artísticas e ideológicas. A los 13 años, no había leído ningún verso de La Comedia y, lo poco que sabía del tema, lo conocí por las inmensas fuentes de información externa. Confieso que culminé la lectura de La Comedia cuando concluí la universidad a una edad que excedía los límites de la formación universitaria.

Sin embargo, fue esa cabeza de mármol la que movió mi imaginación como ninguna otra cosa. Pues me preguntaba cómo esa cara directa, firme y adusta de la escultura, había podido concebir, desde la metáfora, un paseo y devenir hacia el infierno. Como toda persona formada en tradición cristiana-católica, el imaginario del infierno se constituía en un elemento evidente, tanto de nuestra concepción religiosa como de nuestra percepción de lo malo que habita en el mundo. De ahí que concebir el infierno resulte más o menos posible y que lo que bien pudo alucinar Dante, más allá de la imbricada red de alegorías, es algo que se puede pensar.

Tan pronto como pude conocer los contenidos temáticos de La Comedia (como he dicho líneas arriba, sin haberla leído), me acerqué, como muchos adolescentes, al Heavy Metal. Tenía predilección por los grupos que hacían referencias a mundos infernales, tormentos, guerras de inframundo: Balck Sabbath, Iron Maiden, Dio, Venon, etc. Obviamente, no me quedé prendado de esta música por mucho tiempo. Sin embargo, la curiosidad, acaso cierto interés por lo mórbido, se fue gestando, en parte, alrededor de las letras y poses del Heavy Metal.

Cuando empezó mi suplicio universitario, no encontré demasiados amigos con quienes compartir mis pasiones musicales del periodo escolar. Silvio Rodriguez (a quien conocía demasiado), Pablo Milanés, Sui Generis, etc, perfumaron - hasta el hartazgo- el primer año de humanidades, junto a las bandas-ícono que aun me deslumbran: Pink Floyd, King Crimson, Rush, etc. Aparentemente, mi pasión oculta por lo morbido, no tenía un correlato musical. Sin embargo, fue en la literatura donde hallé el consuelo de lo oscuro: Nerval, Boudelaire, Rimbaud, Mary Shelley, Poe, Bataille, Genet., etc. Algo saturado de todo esto o quizás el instinto de supervivencia, me llevó a otras cosas, sin duda luminosas.

Pero el germen del Souvenir de Florence estaba ahí. La pintura que empecé a gozar tenía los mismos razgos que todo el anterior: el Bosco, Caravaggio, Blake, Goya, Fussili, Rosseti, Bacon, etc. El elemento oscuro, la fascinación por la muerte y sus metáforas. Alguién muy querido por mi me lo hizo notar cuando realicé una edición de imágenes cinematográficas para un curso que juntos dictamos en la universidad. Este me dijo: "Casio, ¿por qué has escogido las imágenes más morbidas?". Ciertamente, no las había elegido de manera deliberada. Simplemente, habían salido de mi sin filtro, ni represión. Pero debo aclarar que no sólo estas imágenes sonoras, escritas, visuales se hallan en mi. Existen otras que también disfruto y que me conmueven. Pueden revizar este blog para darse cuenta de ello. Como muchos, me hallo en la dualidad de luz y tinieblas.

¿Cómo surgió esta reflexión-confesión? Hace unos días fui a la casa de mis padres. La escultura de Dante, el Souvenir de Florence, me hizo comprender todo. No era Dante, sino toda la remificación estética que su busto potenció. ¿Qué conexiones internas se procesan en lo último de mi? Sabrá Dios. Pero por alguna extraña razón, todo este ejercicio estuvo acompañado de otro Souvenir de Florence, el deTchaikovsky Op. 70




lunes, 13 de octubre de 2008

melomania

Boomp3.com

Este adagio de Mozart que esta arriba

Preciso. Bello. Sin artilugios ni desenfrenos. Educados los sentidos, lo contemplan en su transparencia. Cada vez que lo escucho me conmueve. Algo mejor diría San Buenaventura:

La luz es la naturaleza común que se encuentra en todos los cuerpos, tanto celestes como terrestes...La luz es la forma sustancial de los cuerpos, que poseen más real y dignamente el ser cuanto más participan de ella (II Sent.12, 2, 1, 4; II Sent. 13, 2,2)

sábado, 11 de octubre de 2008

Preguntas de algunos

¿Por qué la Tafelmusik?

Porque como composición instrumental esta al nivel de los Concertos Grossi de Corelli, del Il cimento dell'Armonia e dell' Inventione (que contienen las célebres cuatro estaciones) de Vivaldi, de los Conciertos de Brandenburgo de Bach, de la Música para los reales juegos artificiales de Handel.

¿Pero no me has respondido, por qué la Tafelmusik?

Porque Telemann supo sintetizar con una maestría sólo superada por Bach las posibilidades del contrapunto y porque esbozó varias posibilidades de grupos a voces instrumentales. Además porque, siendo encantador, no deja de lado el asentarse en dimensiones profundas.

¿Por qué Telemann ya no es tan conocido?
No es conocido en nuestro medio. En realidad , en nuestro medio, el repertorio barroco se agota en Bach, en Vivaldi y en Handel. Hay muchos otros músicos. No sólo Telemann y Corelli. Están Buxtehude, Purcell (el enorme), Frescobaldi, Zipoli, Scarlatti (el padre, el bueno), Leclair, etc, etc.

¿Por qué las composiciones barrocas se parecen tanto unas a otras?
Por que las normas de composición y de percepción eran generales por un principio de estética normativa. Sin embargo, se puede entrever en determinadas obras, la fuerza de una subjetividad evidente. En pocas palabra, es, como definía Vivaldi en una de sus títulos, un combate entre la razón y la imaginación.

¿Hay subjetividad en la música barroca?
Si y la encuentro sobre todo en compositores de similar ejercicio como las de Dowland y Strozzi. Ambos son a mi juicio las cimas de la subjetividad en el barroco temprano. Trovadores infinitos del amor y desamor. Los grandes temas del barroco temprano.

¿Por qué el amor/desamor en la música del barroco temprano?
No se que decirte. El sistema financiero global se esta hundiendo y nosotros navegamos en esta aula que nos lleva no se a dónde. Pero mientras esto se viene abajo, te digo con Shakespeare en el Mercader de Venecia: escucha la música.


Udite, Amanti de Barbara Strozzi. Canta Anne Sofie Von Otter.





Sting y Edin Kamarazov en una versión perticular (no la desdeño) de Can she excuse my wrongs de John Dowland

miércoles, 8 de octubre de 2008

Barroco nuestro por la UARM

La Universidad Antonio Ruiz de Montoya, lugar de trabajo y alegría de este melómano, esta organizando una serie de conciertos con el Ensamble Uribichá. Aquí la nota:

La Universidad Jesuita del Perú, Antonio Ruiz de Montoya presentará los días 16, 18 y 20 de octubre el Ensemble Urubichá, un coro y orquesta compuesto por 35 músicos en escena que han sido aclamados en escenarios de Francia, España y Latinoamérica por su interpretación de música barroca de las antiguas misiones jesuíticas de la Chiquitanía de Bolivia.

El Ensemble Urubichá es el primer grupo de intérpretes de música barroca integrado por niños y jóvenes indígenas pertenecientes a la etnia guaraya ubicada al norte del departamento de Santa Cruz de Bolivia. Su música se remonta a la segunda mitad del siglo XVII, época en la cual los jesuitas establecieron, en los llanos de la actual República de Bolivia, las llamadas misiones de Moxos y Chiquitos. El trabajo de los misioneros jesuitas no se limitó a predicar la palabra de Dios a los nativos, sino que también les enseñaron pintura, baile y música. Uno de los aspectos más importantes de ese proceso fue la música barroca, que para los misioneros de Loyola no fue solo un medio para evangelizar, sino una oportunidad para liberar el enorme caudal de creatividad musical de estos pueblos.

Actualmente, los pueblos de las antiguas misiones de Chiquitos forman parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad, y la música es una de las mayores riquezas de este patrimonio. El Archivo Musical de Chiquitos resguardado en Concepción de Chiquitos, atesora casi 6,000 partituras de música manuscrita. Otro tanto ocurre con el Archivo de Moxos que cuenta con más de 2,000 partituras. La mayor parte ha sido compuesta en las misiones por los sacerdotes europeos e indígenas anónimos del siglo XVII. El bellísimo repertorio musical del Ensemble Urubichá, de las Chiquitanías de Bolivia está sustentado en el rescate de estas valiosas piezas, lo que contribuye a darle un valor excepcional a sus presentaciones.

El Ensemble Urubichá está formado por 35 músicos guarayos, bajo la dirección del notable maestro Rubén Darío Suárez Arana, fundador del Sistema de Coros y Orquesta de la Región de la Chiquitanía, que agrupa en su conservatorio a cerca de 500 niños y jóvenes de las zonas más pobres de la selva boliviana. Este movimiento que cuenta con 20 años de vida, busca que sus integrantes puedan revalorar su cultura y mejorar su autoestima mediante la interpretación de la música barroca.

El Ensemble Urubichá ofrecerá tres conciertos. El primero será el jueves 16 de octubre a las 7:30pm en el Auditorio del Colegio Santa Úrsula, el segundo, el sábado 18 de octubre en la Iglesia de la Compañía de Jesús en Arequipa y el último, el lunes 20 de octubre en la Iglesia de la Compañía de Jesús, en Cusco.

Las entradas ya se encuentran a la venta en Teleticket de Wong y Metro.

El concierto es auspiciado por REDESUR, la Fundación Banco Continental y la línea aérea TACA. También cuenta con el apoyo de Fe y Alegría y de la Curia Provincial de los Jesuitas en el Perú.

viernes, 3 de octubre de 2008

El imprescindible Telemann

Reconozco y me deslumbra la Tafelmusik de Georg Philipp Telemann ( 1681-1767), monumento logrado del barroco alemán. Me conmueve el Affettuoso del Trio Sonata en La menor para dos violines y guitarra. Y el concierto para trompeta en Re menor, qué decir de él. Junto al de Leopold Mozart y al de Hummel, son mis favoritos.

Pienso en Telemann y recuerdo su imprescindible presencia allá por 1989, 1990. Leí sobre él todo lo que estaba a mi alcance en la biblioteca del mustio y lúgubre Seminario Santo Toribio, donde se encontraba La Historia de la Música de Franco Abbiati, libro consolador y entrañable dentro de la enormidad de temas con los que tenía que lidiar y para los que me sentía - en aquella época- particularmente inútil. Ciertamente, ya no recuerdo lo que escribió Abbiati sobre Telemann. Sólo guardo la imagen de verme en la sala de la biblioteca leyendo la biografía de este compositor alemán, con la Tafelmusik dándome vueltas una y otra vez en la cabeza.

Desde aquel tiempo, extrañamente "telemanmaniacos", no volví a interesarme demasiado en este ilustre compositor, el más famoso y apreciado de su época (junto a Vivaldi y Handel, claro esta). En los 90s mi ámbito de intereses me llevó por las tensiones estético-musicales del abultado siglo XIX, ocultado -injustamente- la preocupación por explorar más en el barroco. Por ello, desde hacía un tiempo, tenía el deseo de buscar algo de Telemann. No opté por su repertorio vocal, pues creo que no es tan logrado como el de Vivaldi, Handel, Purcell o Bach (quizás alguien me crucifique por esa herejía), sino por indagar en sus composiciones para instrumento solista. Había escuchado algo de ellas pero sin mucha atención. Felizmente, hoy tengo en mis manos las 12 Fantasías para Flauta Solista, en interpretación de Patrick Gallois y editada por la Deutsche Grammophone en 1993. Ha sido un reencuentro necesario y apacible, lleno de evocaciones pastoriles en un entorno original que no lo tuvo. Música para huir del desmadre global de los 700, 000 mil millones, de los juegos de la geopolítica multipolar y de todos los vaticinios de una mega depresión en los meses por venir.

Mientras oía la Fantasía número 3, me enteraba de un posible bombardeo a Pakistán donde morían 20 seres humanos. ¿Se estarán orientando las fuerzas y los poderes hacia algo que movilice la maquinaria a fin de ir recreando otro círculo virtuoso de "destrucción creadora"? No lo se. Hoy mi mujer se relajaba mientras alimentaba al nuevo pequeñín de la casa escuchando las 12 Fantasías para flauta y mi niña mayor me enseñaba los dibujos del libro de cuentos que le compré. Telemann estuvo presente, como lo estuvo hace veinte años cuando crecer era un imperativo para seguir viviendo. Por todo ello, Telemann es uno de los imprescindibles.


Fantasía 3 en Si Menor para Flauta Solista. Georg Philipp Telemann. 1740. Ejecuta Nina Perlove