Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

lunes, 30 de marzo de 2009

Tan cerca

"En el paraíso se me enseñó
a serenar mi pecho, colmándolo con melodías"


John Keats


Anne-Sophie Mutter - Air aus der Suite Nr. 3 von Johann Sebastian Bach 2008

viernes, 27 de marzo de 2009

Para siempre

Vivir desde el corazón la música no es cosa aparte. Es esencial. Pues la melomanía, en gran medida, es eso. Vivir la música, desbordadamente, sin orden; música sin más. La melomanía se construye de mitos y de hitos. El muchacho que con sus propinas compró uno a uno todos los discos de Iron Maiden, es el mismo que más de veinte años después cumplió un sueño (gracias Patty). Y el mito estaba presente cuando me imaginaba en un concierto de los Irons, cantando o gritando a toda voz: Run to the hills, run for your life. Y el mito estaba presente cuando tomaba algo que pareciese un bajo y me creía, en clave adolescente, Steve Harris. Pues en el mito se asume al héroe y se le eleva a una instancia sobrenatural. Así, Iron Maiden era casi una religión. Mi religión de los 16 años.

Ayer no sabía quien coreaba las canciones. Si este señor casado, con dos hermosos hijos, al cual se le insinúan algunas canas y empieza a presentir que la gente que ama puede desaparecer en el aire. O ese muchacho de 16, aparentemente cercano, pero que miraba la vida alejado del todo. Aquel que había abolido la historia y asumía la existencia como un eterno presente. ¿Quién era? ¿Ambos? ¿El que había salido del trabajo más temprano para ir al concierto o el escolar vespertino que en las mañanas de 1986 cantaba I'm running free yeah/ I'm running free?

Wasted Years, sonaba en los parlantes: So understand / dont waste your time always / searching for those wasted years. Miles coreaban, miles que parecían millones. Yo cantaba mirando al cielo, con los brazos en alto, diciéndole al muchacho de 16 que estabamos aquí, juntos. Ya luego, al terminar, cada uno se iría a su casa, tras un abrazo lleno de afecto entre el pasado y presente.


Wasted Years- Albun: Somewhere in Time de 1986-Iron Maiden. Versión en vivo: Puerto Alegre, Brasil. 2008.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Antes del amanecer, nuevamente

Andante cantabile del Trio para piano y cuerdas K 548 de Mozart, con Mutter en violín y Previn en el piano, trágicamente delicado y, como siempre, insondable en su fondo. Luego, las ganas de seguir con algo más del fiel Wolfgang. Podrían ser algunas canciones, pero el oído no resiste, a esa hora, la voz humana. Salvo la del pequeñito que me acompaña en la travesía del amanecer. Le pregunto a Ignacio- que tiene seis meses- si le gustaría algo de Bach o de Telemann. Sus manitos indican Bach. Elección sabia. Aquí empieza la Ofrenda Musical BWV 1079. El sol nace y el esplendor se une al ricercar a 6. El ventanal amplio se inunda de luz y el enanito sonríe. ¿Qué habrás visto?, me pregunto en silencio. Sólo Mozart, Bach e Ignacio lo saben.


Ricercar a 6- Ofrenda Musical- J. S. Bach BWV 1079

lunes, 23 de marzo de 2009

Croossover

Es un procedimiento habitual en la industria de la música que explica el paso de un género a otro, de un estilo a otro o de una lengua a otra. Como concepto posee una enorme indeterminación pues alude a la mezcla y yuxtaposición de diferentes referentes musicales: un cuarteto de cuerdas interpretando una canción de King Crimson, un cantante de opera cantando una composición popular o músicos populares presentando una versión híbrida de un composición académica. Asimismo, incluye la unión infinita de géneros y subgéneros diferentes. La práctica del crossover se ha extendido de forma apabullante en nuestros días. Razones económicas, tecnológicas y culturales lo explican fácilmente.


21st Century Schizoid Man- King Crimson- versión en quinteto de cuerdas



"The Phantom Of The Opera" original de Andrew Lloyd Weber en versión Metal Gotic de Nightwish

viernes, 20 de marzo de 2009

Poco allegretto

Parece un scherzo, pero no lo es. Se emparenta a las venas melódicas de las Danzas Húngaras, pero no lo son. Se piensa como allegro, pero esta impregnado de cierta languidez dolorosa. Su columna vertebral son los violonchelos, pero a la vez los violines prolongan sus contrastes. La Tercera Sinfonía en Fa Mayor Opus 90 de Brahms fue estrenada en 1883, el año que Wagner murió. Tuvo un enorme exito desde su estreno y Hans Richter la llamó "Heroica", por su parecido a la célebre obra sinfónica de Beethoven. De las cuatro sinfonías de Brahms fue la primera que escuché. A veces, se me viene a la memoria como ahora. Cuando la alegría se une a la melancolía. Un estado sentimental extraño de definir, pero que en la música adquiere su plena identidad. Pues en la música lo verbalmente imposible llega a ser posible.



Poco Allegretto- Tercera Sinfonía- Johannes Brahms- Dirige: Semyón Bychkov. WDR Sinfonieorchester Köln


miércoles, 18 de marzo de 2009

La musique souvent me prend comme une mer!

La música, a menudo, me impresiona como un mar!
En dirección a mi pálida estrella,
bajo un techo de bruma o con un vasto éter,
me pongo en vela;
con el pecho adelante y los pulmones hinchados
como la tela,
escalo el lomo de las olas amontonadas
que la noche me oculta;
siento vibrar en mí todas las pasiones
de una embarcación que sufre;
el buen viento, la tempestad y sus convulciones
a orillas del inmenso abismo
me mecen- Otras veces, en calma quieta, gran espejo
de mi desesperación.

Charles Baudelaire, Les fleurs du mal.

martes, 17 de marzo de 2009

Florestán, Eusebius y Raro

En Schumann convivían tres, como en el Legión neotestamentario. Florestán, fogoso, épico, apasionado. Eusebius, enamorado, soñador, infantil. Y Raro, sereno, intelectual, el conocedor de los arcanos musicales. En la cabeza de Schumann los tres conformaban "La Liga de David", secreta sociedad artística, amantísima de Beethoven y difusora del talento de sus contemporáneos: Mendelssohn, Chopin, Liszt, Brahms. Algunas veces escribía Florestán. Otras, Eusebius. También componía Raro. Cada uno tenía su espacio, su lugar en la corteza cerebral. Lo que empezó como un juego, terminó en serio. Schumann fue dirigiéndose a un abismo o una alltura que él sólo comprendía. La demencia fue el final, pero en el recorrido nos dejó algunos de los momentos más sublimes de la historia de música romántica.

¿Cuál de los tres compuso el Concierto para piano y orquesta Opus 54? ¿De quién es este Intermezzo ? Intimo, tierno, casi en forma de cámara. Poesía y color en uno de los mejores ejemplos del concierto para piano romántico. A Schumann le bastó sólo uno.


Intermezzo - Concierto para piano opus 54- Robert Schumann- Piano: Sviatoslav Richter.



Finale: Allegro Vivace- Concierto para piano opus 54- Robert Schumann- Piano: Sviatoslav Richter.

viernes, 13 de marzo de 2009

Ahora se va Blanca

Se fueron Washington, Pablo, Paco, Juan Gonzalo, Manuel, Julio Ramón, Javier, Jorge Eduardo, Jano. Ahora se va Blanca. Mitología en mi recuerdo. Podrían haber sido mis abuelos, pero los sentía más que a mis contemporáneos. Así es el arte, nos familiariza en serio. Imagino a Jano en casa con su voz de bajo barítono, imagino a Juan Gonzalo tomando café en el Ovni, imagino a Pablo con su pantalón a rayas, imagino a Paco caminando por la vereda que conduce al sol. Sólo vi dos veces a Blanca, hace tanto años que no recuerdo muy bien su presencia. Un tiempo pasé horas de horas leyéndola, admirando a la mayor poeta de hispanoamérica. Disculpen, pero no había otra a esa altura. Poeta pura, neutra, clásica, profunda, muy lejos de esa porqueriza postestructural llamada "literatura de género". Ahora se va Blanca. Ahora esta más cerca.
Canto Villano

y de pronto la vida
en mi plato de pobre
un magro trozo de celeste cerdo
aquí en mi plato
observarme
observarte
o matar una mosca sin malicia
aniquilar la luz
o hacerla
hacerla
como quien abre los ojos y elige
un cielo rebosante
en el plato vacío
rubens más cebollas
más lágrimas
tantas historias
negros indigeribles milagros
y la estrella de oriente
emparedada
y el huesos del amor
tan roído y tan duro
brillando en otro plato
este hambre propio
existe
es la gana del alma
que es el cuerpo
es la rosa de grasa
que envejece
en su cielo de carne
mea culpa ojo turbio
mea culpa negro bocado
mea culpa divina náusea
no hay otro aquí
en este plato vacío
sino yo
devorando mis ojos
y los tuyos
Blanca Varela (1926-2009)

miércoles, 11 de marzo de 2009

La muerte y la doncella

La primera vez que lo oí fue en un film de Roman Polansky, basado en una obra de teatro del chileno Ariel Dorfman: La Muerte y la Doncella. En la película, el torturador - interpretado por Ben Kingsley- sometía a Paulina (Sigourney Weaver) a un conjunto de sórdidos vejámenes bajo el hermoso y perturbador cuarteto de Franz Schubert. Como es de esperar, mi atención se fijó fundamentalmente en la obra de Schubert y, en menor medida, en el desarrollo del film. No recuerdo cuánto tiempo transcurrió hasta tener una grabación interesante de esta obra. De todas las versiones, concuerdo con aquellos que consideran que una de las mejores grabaciones es la que hizo el Alban Berg Quartet.

Schubert compuso este cuarteto de cuerdas hacia 1824, cuatro años antes de su prematura muerte y se estreno el mismo año de su fallecimiento. Años atrás, en 1817, el compositor austriaco había realizado un lied con texto del poeta alemán Matthías Claudius:

La doncella:

¡Vete, ah vete!
¡Vete, cruel esqueleto!
¡Soy aún joven, sé amable y vete!
¡Y no me toques!

La muerte:

¡Dame tu mano, dulce y bella criatura!
¡Soy tu amiga y no vengo a castigarte!
¡Confía en mí! ¡No soy cruel!
¡Déjate caer en mis brazos y dormirás plácidamente!


Dadas las tribulaciones económicas, corporales y afectivas que vivió el gran Schubert en sus últimos años, no es de extrañar que una atmósfera pesimista y oscura invada el desarrollo de La Doncella y la Muerte. Los cuatro movimientos son de gran factura y se evidencian como una de las cumbres del repertorio de cámara. El segundo movimiento, el Andante con moto, logra trasladar el sentido morbido de la voz de la muerte sobre la doncella. Pocas veces he podido observar cómo la instrumentación logra acercarse con tanta consecuencia a la palabra poética. Compartamos algunos momentos del primer y segundo movimiento. Ya es potestad de los lectores buscar la grabación integral. Esta obra, como casi todo lo de Schubert, no tiene pierde.


Allegro- La Muerte y la Doncella-Franz Schubert- Alban Berg Quartet. Primera Parte



Allegro - La Muerte y la Doncella- Franz Schubert - Alban Berg Quartet. Segunda Parte



Andante con moto- La Muerte y la Doncella- Franz Schubert- Alban Berg Quartet. Primera Parte



Andante con moto- La Muerte y la Doncella- Franz Schubert- Alban Berg Quartet. Segunda Parte

lunes, 9 de marzo de 2009

Stabat Mater

Stabat Mater dolorosa
Iuxta crucem lacrimosa,
Dum pendebat filius.


Famoso y bello inicio. La primera vez fue con Liszt y la búsqueda bibliográfica que supuso. Me enteré que la tradición católica se la atribuía al Papa Inocencio III - el mismo que tanto estimo a Francisco de Asis- y al hermano y poeta franciscano Jacopone da Todi (místico intenso). Como secuencia religiosa no pierde su hermoso carácter poético. Leamos por ejemplo:
7
Fac me vere tecum flere,
Crucifixo condolere,
Donec ego vixero.
Juxta crucem tecum stare
Te libenter sociare
In planctu desidero

7 (Versión de Lope de Vega)
Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo.
Porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu corazón compasivo.

De todas las versiones musicalizadas del Stabat Mater, la más célebre es la Giovanni Battista Pergolesi (1710- 1736). Otra "supernova" de la música. Nació pobrísimo y murió muy joven (a los 26 años). La Fama de esta composición se hizo extensiva en el siglo XX, aunque gozó de celebridad en Nápoles durante los siglo XVIII y XIX, sobre todo en las solemnidades de Semana Santa. El Stabat Mater de Pergolesi es una de las obras más bellas del repertorio religioso napolitano y evidencia las características de una escuela que hizo célebre con nombres como Alessandro Scarlatti.

Stabat Mater- Giovanni Battista Pergolesi- Andreas Scholl y Barbara Bonney


viernes, 6 de marzo de 2009

¿La Perfección?

En dos movimientos, la perfección. Todos la conocemos. Jamás una audición inútil. Hasta la más honda turbación llega a su más feliz puerto. Tragedia firmemente controlada que intuye su propia utopía. La Inacabada ( sinfonía 8 en Si menor) de Schubert, estrenada cuarenta años después de su muerte, es el compendio del clasicismo sinfónico. Como suma, se erige sobre los hombros de gigantes como Haydn, Mozart y Beethoven. Como multiplicación, alcanza a Brahms, Bruckner, Dvorak y Mahler. Schubert fue la "supernova" de la música. Un auténtico milagro de explosión creadora. ¿Habrá algo más bello, en términos clásicos, que el Allegro Moderato"?


Como escribía, todos la conocemos y volver a ella nunca es inútil. Jamás está demás contemplarla como lo que es: uno de los momentos más esplendorosos de la historia de la música. Y pensar que Schubert sólo tenía 25 años cuando la compuso.


Allegro Moderato- Inacabada Sinfonía 8 en Si Menor-Franz Schubert- Claudio Abbado dirige a la Orquesta de Cámara Europea. 2002.En dos partes.



Continuación del Allegro Moderato y el segundo movimiento: Andante con moto.

jueves, 5 de marzo de 2009

Tratado de los objetos musicales

Pierre Schaeffer, fundador de la música concreta, escribía en su célebre tratado lo siguiente:

Los dos primeros problemas deben ser considerados tan fundamentales el uno como el otro: uno, relativo a la correlación entre el sonido, soporte físico de la música que proviene de la naturaleza, y el conjunto de fenómenos psicológicos de la percepción que constituye el objeto sonoro. ; otro relativo a la elección de algunos de esos objetos que consideramos convenientes a lo musical por sus criterios de percepción (...) Existe también un tercer problema: el del valor que adquieren algunos objetos en una composición musical y en consecuencia, de la naturaleza de la música (o de las músicas) implícitamente postulada por la elección de ciertos objetos musicales” (Schaeffer; 1966)


En suma, la posibilidad de que "todo" sea música, tal como intuía Von Eichendorff: "Descansa una canción en todas las cosas". Y, quizás, en todo los ruidos. Algo notable que hay que saber comprender.


Pierre Schaeffer - Etude Noire- 1958-59

lunes, 2 de marzo de 2009

Una canción que no es de cuna

Goethe no necesita presentación. Schubert tampoco. Gran poesía y gran música. Tan bellas como los poemas de Goethe son las canciones que Schubert hizo sobre éstos. Lieder, como se le conoce en el argot musical. Los dos últimos amaneceres me han acompañado mientras el más pequeñito de la casa mira la ciudad conmigo desde la ventana, cargado en los brazos de papá. Mientras escribo esto, el "rumor del ángel" sobre mis hombros me persigue, unido al recuerdo de este amanecer.


Mi relación con Schubert es siempre amable, aunque no constante. Dos de las grandes sinfonías del repertorio frecuente son suyas: la Inacabada (Octava) y la Grande (Novena). Los improntus para piano siempre serán imprescindibles. Y en música de cámara, el quinteto la "Trucha" y el enorme cuarteto para cuerdas: "La Muerte y la Doncella", se constitiyen en cumbres del género. Sin embargo, en la serie de lieder sobre poemas de varios escritores nos encontramos ante uno de los mayores compositores de canciones de todos los tiempos.


Uno de los lied más célebres de Schubert es sobre el conocido poema de Goethe: "Erlkönig". En el texto se evidencian los imaginarios románticos más recurrentes, fundados en los mitos y símbolos del romanticismo alemán. La presencia de la muerte que amenaza al niño, muerte que cabalga e intenta arrebatarnos lo más preciado. Una experiencia perturbadora, pero llena de belleza en la poesía y en la música.

Erlkonig


¿Quién cabalga tan tarde a través del viento y la noche??
Es un padre con su hijo.
Tiene al pequeño un su brazo
Lo lleva seguro en su tibio regazo.

"Hijo mío ¿Por qué escondes tu rostro asustado?"
"¿No ves padre al Rey de los Elfos ?
¿El Rey de los Elfos con corona y manto?"
"Hijo mío es el rastro de la neblina."

"¡Dulce niño ven conmigo!
Jugare maravillosos juegos contigo;;
Muchas encantadoras flores están en la orilla,
Mi madre tiene muchas prendas doradas."

"Padre mío, padre mio ¿no escuchas
Lo que el Rey de los Elfos me promete?"
"Calma, mantén la calma hijo mío;
El viento mueve las hojas secas. "

"¿No vienes conmigo buen niño?
Mis hijas te atenderán bien;
Mis hijas hacen su danza nocturna,
Y ellas te arrullaran y bailaran para que duermas."

"Padre mío, padre mío ¿no ves acaso ahí,
A las hijas del Rey de los Elfos en ese lugar oscuro?"
"Hijo mío, hijo mío, claro que lo veo:
Son los árboles de sauce grises."

"Te amo; me encanta tu hermosa figura;
Y si no haces caso usare la fuerza."
"¡Padre mío, padre mío, ahora me toca!
¡El Rey de los Elfos me ha herido!"

El padre tiembla y cabalga mas aprisa,
Lleva al niño que gime en sus brazos,
Llega a la alquería con dificultad y urgencia;
En sus brazos el niño estaba muerto.


La gran mezzosoprano sueca Anne Sofie Von Otter canta Erlkönig de Goethe-Schubert, dirigida por Claudio Abbado