Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Padre Nuestro, de Lutero a Bach.



La presencia de Martín Lutero cambió  la historia del cristianismo. Cinco siglos después de lo que significó la Reforma y la posterior Contrarreforma,  seguimos advirtiendo las consecuencias de sus actos, de su doctrina y de sus iras. Genio y figura y enormemente contradictorio. 

Sin Lutero ( paradoja) no podríamos comprender a Bach. Y mientras más leo sobre el célebre reformista, más logro entender la obra de Bach. No sólo en el sentido teológico, también en términos estéticos. Pues para conocer, desde adentro, las motivaciones de Bach, hay que intentar estar a la altura de las enormes pretensiones del gran músico. Teología sonora, pero sustentada en el logos, en el la palabra y en las justificaciones que ella nos muestra. 

Leo a Lutero. Leo los textos de tres de sus himnos. Ahora puedo comprender las Cantatas de Bach. Todo camino de indagaciones empiezan a abrirse. Asombro que no cesa, como el mar. 

Versión del Padre Nuestro, traducida por Lutero y hecha himno religioso por el mismo teólogo. Bach, se inspiró en ella y compuso esta composición para órgano. 

Padre nuestro en lo celestial

1. Padre nuestro en lo celestial,
Que a todos mandas por igual
Ser hermanos en invocar
Tu santo nombre implorar:
¡Haz que oremos con canción,
Con honda fe del corazón!
2. Santificado sea, Dios,
Tu excelso Nombre. Ayúdanos
Tu fiel Palabra a no alterar,
Y santa y dignamente obrar,
Preservarnos de falsa ley;
Convierte a la extraviada grey.
3. Venga tu reino en esta edad,
Y luego en la eternidad
Asístanos tu Espíritu
Con muchos dones y virtud.
Del diablo quiebra el gran poder;
Tu Iglesia quiera mantener.
4. Se hará tu voluntad, igual
En tierra y reino celestial.
Paciencia en mal haznos tener,
Y en todo tiempo, obedecer.
Reprime a toda humanidad
Que opónese a tu voluntad.
5. Danos el cotidiano pan,
Y lo que puédanos faltar;
De riña guarda y de avidez,
También de pestes y escasez;
Concede paz, buena hermandad,
Sin avaricia ni ansiedad.
6. Perdona nuestras deudas ya;
Haz que ellas no nos turben más.
Así también de corazón
Por deudas damos el perdón.
Haz que con fraternal amor,
Cada uno sea un servidor.
7. No nos permitas. Dios, caer
De tentación en el poder,
A diestra y a siniestra haz
Que resistamos muy tenaz,
Con el escudo de la fe
Que el Santo Espíritu nos dé.
8. Más líbranos de todo mal
En esta vida terrenal.
De muerte eterna sálvanos,
Y al esperar, consuélanos;
Ayúdanos en paz morir;
Y junto a Ti poder vivir.
9. ¡Amén! Esto es: ¡Que sea así!
Haz fuerte nuestra fe en Ti.
No nos permitas. Dios, dudar
Que cuanto habremos de rogar
Por tu mandato y Nombre fiel
Jesús, Tú entenderás. Amén.


miércoles, 10 de septiembre de 2014

La música de la primera guerra mundial. Una segunda entrega

Soldados franceses al frente de guerra en 1914. 

La guerra de las naciones imperiales. La primera gran guerra tecnológica de la historia. La guerra de la Segunda Revolución Industrial. La Guerra que dio inicio al fin de la inocencia humana. Mientras más tiempo transcurre es mayor su significancia y más espeluznante su dimensión total. Imaginemos, por un momento, la batalla de Somme y el millón de muertos que ocasionó. Todo ello bajo el cielo de la tierra. 

Cuando escucho la música que se compuso en 1914, aun la guerra no se inmiscuye en ella . El viejo mundo todavía está presente en los sonidos, incluso en las manifestaciones más radicales. La revolución física no se fusiona con las armas de destrucción masiva. Y aun no es inútil la poesía. Hay música que avanza desde Beethoven,  persistiendo en la creencia de la misión artística. 

¿Qué más se estrenó en el año del inicio de la Gran Guerra? Aquí algunas otras muestras que en otras oportunidades ya hemos compartido, pero que están unidas entre si, por el año de su generación. 

1. The Lark Ascending de Ralph Vaughan Williams. Es una composición para violín y orquesta, compuesta a partir de un poema de George Meredith en 1914. Es probablemente, una de las obras del gran maestro inglés. 




2. Las Siete canciones populares de españolas de Manuel de Falla fueron compuestas en 1914, cuando el maestro fijo su residencia en Madrid al iniciarse la Guerra. Inicialmente son canciones pero han sido transcritas para varias formaciones de cámara. Prefiero las versiones instrumentales. 



3. Las Variaciones a una Canción de Cuna de Erno Dohnányi, es una de las obras más conocidas en del maestro húngaro y, probablemente, una de las bellas. También compuesta en 1914. 




4. El dúo para violín y violonchelo op 7 es, sin duda, una de las grandes composiciones para dos instrumentos de cuerdas del siglo XX. Zoltán Kodaly construye en esta obra una de las mejores muestra de su talento y talante. 1914, también. 

lunes, 1 de septiembre de 2014

Primer trío para piano de César Franck



Muchos empezamos nuestro camino por la música de Franck a partir de la sonata en la mayor para piano y violín; referencia obligada en cualquier colección de un melómano que se precie de serlo. Después, otros tantos descubrimos el quinteto para piano y cuerdas en fa menos que posee, acaso, uno de los momentos más dramáticos de la música de cámara: lento con molto sentimento. 

Ciertamente sólo bastarían la sonata en la mayor o el quinteto en fa menor, para situar a Franck entre los compositores más importantes de la música de cámara del siglo XIX. Aparte se encuentran sus composiciones orquestales y sus célebres obras para órgano, obras también ampliamente difundidas y reconocidas. 

Siempre hay lugar para agradables sorpresas. Como en muchas otras cosas, hay que estar siempre atentos a las posibilidades que nos da la vida para descubrir nueva y gran música. Composiciones que nos dejen estremecidos y apasionados. Y eso es lo que me ha pasado con el trío para piano y cuerdas N. 1 en fa sostenido menor FWV 1 de César Franck. Obra compuesta hacia 1840, cuando el joven maestro contaba tan sólo con 18 años. 

Todo es romántico en este primer trío ( de los cuatro que compuso). Desde la época, hasta el modo de concebir la melodía y el patetismo de cada incursión rítmica y armónica, a largo de los sensibles movimientos: Andante con moto,  Allegro molto y Finale: Allegro maestoso. 

Confieso que esta primera audición está más cercana a la emoción que a la razón. Sin embargo, ya empiezo a entender la ruta de esta andar de los tríos de Franck. Hay varias interrogantes: ¿Por qué no siguió por esta senda? ¿Cuánto se asemeja a Brahms en la construcción "casi sinfónica" de la música de cámara? En fin, preguntas y preguntas. 

Primer movimiento: Andante con moto.