Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

miércoles, 30 de junio de 2010

Haydn recargado

Cuando supe que el Concierto para violonchelo Hob VIIb en do menor Nº 1 de Joseph Haydn había sido redescubierto en 1961 en el depósito del  Museo Nacional de Praga, pensé cuánta música -de la mejor que se ha hecho- puede estar en camino de ser recuperada. Más aun cuando el interés por las composiciones de los siglos XVII y XVIII sigue creciendo. Hay la certeza intuitiva que en el barroco tardío  y en el primer clasicismo existen soluciones que nos pueden servir para liberarnos del estancamiento sonoro de los últimas cuatro décadas, cuando el postserialismo dio de si todo lo que podía dar. Es como si dijéramos: quieren futuro para la música, volvamos a Bach, a Händel a Haydn. Los músicos- artesanos, aquellos que situaban a la música como un objeto externo, labrando cada nota con la maestría del que domina la tekné o esta en posesión de la tekné. Y el concierto N.º 1 para violonchelo es eso. Maestría, dominio sobre la forma. Capacidad para explorar sin romper, sin destruir lo anterior. Gran parte de las claves ocultas del violonchelo ya estaban exploradas en toda su extensión en este soberbio concierto. 

En un sólo concierto podemos asistir a una manifestación de los estados de la música. El moderato esta suspendido en el barroco tardío, incluso si se hace una interpretación historicista, este movimiento se oiría como una obra de principios del siglo XVIII. Sin embargo, el adagio tan bellamente cantable nos introduce al mediodía clásico: simplicidad y línea recta. Pero es en el allegro molto donde la luz meridiana alcanza su máximo fulgor, la luz empieza a arder en danza perpetua. El clasicismo alcanza su máximo esplendor para intuir atmósferas postclásicas (no digo, románticas). Era, probablemente, el 1769. El gran Haydn, "papá Haydn" (palabras amorosísimas de Mozart) , llegaba a estas alturas. Qué grade era este hombre. 

Concierto para violonchelo Hob VIIb en do menor Nº 1. Movimientos: Moderato, Adagio y Allegro Molto.Violonchelo: Han Na Chang 





Fuego, poder, brillo, dentro de la luz clásica: Allegro Molto.

lunes, 28 de junio de 2010

Violín alado

Empiezan los meses inmóviles. La garúa no cesa. Son las diez de la mañana y parecen las seis; las seis del amanecer o del atardecer. Todo el día habrá la misma luz. La luz detenida por la garúa que no cesa.  Invierno limeño. Porque no hay tiempo, la continuidad esta rota. Fragmentos de objetos que se vislumbran en la visión fantasmal de los días inmóviles. Hay que ser de este lugar para entenderlo. 

Esta mañana, después de mucho tiempo, vuelvo a Dvorak. El concierto para violín en la menor Op 53. Es mejor que su concierto para piano y alza vuelo cercano a lo mejor de sus sinfonías. No tiene la convicción de otros conciertos para violín, como el de Tchaicovsky o el de Bruch. Tampoco la sabiduría ejemplar del de Beethoven, Mendelssohn o el de Brahms.  Sin embargo esta presente en su radiante forma popular. Es breve, si consideramos la longitud de los conciertos de aquella época. Pero posee uno de los adagio más logrados de ese momento. Bello hasta la confidencia más amorosa. 

Miro el cielo y una sensación de intimidad absoluta viene a mi. Me siento acompañado por mi propia presencia en la medida que la percepción de día nocturno se acrecienta. El adagio de el concierto de Dvorak alza vuelo sobre fronteras que intuyo. No hay miedo, la muerte no existe, el temor queda recluido en la celda de los tristes. El perfecto perfume de la humedad unida al ventisca limeña libera el día de la parranda tropical. Este invierno nos vuelve introspectivos a los nacidos por siglos en este mar. Los otros se desesperan. No hay nada que hacer.

Adagio. Concierto para violín en la menor Op 53 Antonin Dvorak

viernes, 25 de junio de 2010

Chaplin, el músico

Charles Chaplin era un talento único. Probablemente uno de los artistas más completos del siglo XX. Logró edificar el imaginario visual completo del mundo occidental de la primera mitad del siglo pasado. En Chaplin se puede oler, caminar, sentir los años veinte y treinta. Además reconocer la condición humana surgida en las avenidas eléctricas, en los templos de los superestados y las supercorporaciones, en las ventanas de los objetos que se desplazan y fluyen a velocidades autómatas. También se reconoce a los pequeños, a los desvalidos del cuerpo, de las ropas, del corazón y de Dios. Chaplin logra traspasar hasta el más frío de los ricos, el más pobre de los ricos. 

El prodigio creador también fue un compositor consumado. En todos sus clásicos habitan obras memorables que armonizan desde el espacio sonoro la riqueza visual, gestual y textual de sus films. Por ejemplo "Smile" de Tiempos Modernos (1936) es un caso reconocible:





La inmejorable escena final de Candilejas (1952), donde Calvero (Chaplin) nos regalan un  happening delirante.





Y el insuperable tema de Candilejas "Eternally" , convertido en ícono sonoro de la cultura de la mitad de siglo XX.





O la suite del "El gran dictador" (1940), película de crítica al poder sin altisonancias. Chaplin se burla de los reyezuelos sin el populismo en que es fácil caer. 




Soberbia actuación y formidable música de fanfarria utilizada por Chaplin:  Je cherche après Titine, Tiempos Modernos (1936) . Originalmente esta es una composición de  Léo Daniderff, músico popular célebre en Francia a comienzos del siglo XX. Con Chaplin adquiere otras dimensiones. La comedia se hace libertad. 

Je cherche après Titine, Titine, oh ! Titine !
Je cherche après Titine et ne la trouve pas
Je cherche après Titine, Titine, oh ! Titine !
Je cherche après Titine et ne la trouve pas
Mon oncle le baron des Glycines
Qui a des fermes et des millions,
M'a dit : Je pars pour l'Argentine
Et tu connais mes conditions :
Mon héritage je te le destine
Mais tu ne toucherais pas un rond
Si tu ne prenais pas soin de Titine
Pour qui j'ai une adoration... "
Y a huit jours qu'elle n'est pas rentrée
Et je suis bien entitiné...

Elle avait les yeux en losange
Un regard très compromettant
Elle était frisée comme un ange
Et s'tortillait tout en marchant
Titine, avec son cœur frivole
Changeait de flirt dix fois par jour
J'en avais honte, mais ce qui me désole
C'est qu'elle est partie pour toujours
C'était ... vous la reconnaîtrez bien

miércoles, 23 de junio de 2010

Aérea y olorosa

¿Quién era el Vinteuil de Proust? Pablo Neruda responde desde su autobiografía Confieso que he vivido lo siguiente: 

Nunca leí con tanto placer y tanta abundancia como en aquel suburbio de Colombo en que viví solitario por mucho tiempo. De vez en cuando volvía a Rimbaud, a Quevedo o a Proust. Por el camino de Swan me hizo revivir los tormentos, los amores y los celos de mi adolescencia. Y comprendí que en aquella frase de la sonata de Vinteuil, frase musical que Proust llamó "aérea y olorosa", no sólo se paladea la descripción más exquisita del apasionante sonido, sino también una desesperada medida de la pasión.

Mi problema en aquellas soledades fue encontrar esa música y oírla. Con la ayuda de mi amigomúsico y musicólogo, investigamos hasta saber que el Vinteuil de Proust fue formado tal vez por Schubert y Wagner y Saint—Saéns y Fauré y D' Indy y César Franck. Mi indigna mala educación musical se mantuvo ignorante de casi todos esos músicos. Sus obras eran cajas ausentes o cerradas. Mi oído nunca reconoció sino las melodías más evidentes, y eso, con dificultad. Por fin, avanzando en la pesquisa, más literaria que sonora, conseguí un álbum con los tres discos de la sonata para piano y violín de César Franck. No había duda, allí estaba la frase de Vinteuil. No podía caber duda ninguna. 

Y el mismo Marcel Proust en Un amor Swann elabora una bella reflexión impresionista sobre la sonata de Vinteuil: 

Con esta frase de Vinteuil  había abrazado nuestra condición mortal.  Tuvo algo humano que la hizo muy conmovedora. Su destino estaba ligado al futuro y a la realidad de nuestra alma,  como un  ornamento más, pero diferenciado. Tal vez la nada es la verdad y nuestros sueños no existen. Pero entonces sentimos que estas frases musicales, los conceptos que existen con relación a  ellas, no son nada. Nosotros nos extraviamos o quedamos como rehenes cautivos de la fortuna. Y por eso  la muerte era algo menos amarga y sin gloria. Y también, por eso,  menos probable. 

Consideraré, sin muchas evidencias, que la sonata de Vinteuil es la de Franck. Asumiré aquello que aquellas frases musicales son, en efecto, la constatación de la levedad del ser y del existir. Observaré el drama de quedarme en el rosario de las impresiones. Me quedaré en la conciencia de la nada desde la suspensión de una nota que se eleva y sale por el lado inexistente de mi mismo. 

Sonata para piano y violín en la mayor FWV 8 de César Franck. Movimientos: 

1. Allegretto ben moderato
2. Alegro
3. Recitativo-Fantasía (Ben moderato)
4. Poco Allegretto mosso





Mi movimiento favorito: Recitativo-Fantasía (Ben moderato)



lunes, 21 de junio de 2010

Con Dowland




Palabra cantada en ángulo incierto. Las más bellas romanzas de una época se hacen de todas las romanzas. Y no importa si el origen es la tristeza o la alegría. La bella canción se nutre de lo que nos rodea, sea catedral o prostíbulo. Volver a escuchar a Dowland después de un año, es reencontrarse con aquel principio ineludible a la historia de la música. Al fin y al cabo, la música académica tuvo su génesis en la canción popular y en sus intermedios instrumentales. 

Dowland creó en la incertidumbre de dos tiempos. Es renacentista por atmósfera, barroco por ángulo incierto. Luz y penumbra. A los siglos fue uno de los grandes trovadores. Se que no descubro la pólvora con lo que digo. Pero es tan necesario decirlo una y otra vez, con Dowland se amanece y anochece, se muerte y vuelve a vivir. 

Come again sweet love doth now invite- "First Booke of Songes or Ayres" (1597).



Come again! sweet love doth now invite

Thy graces that refrain
To do me due delight,
To see, to hear, to touch, to kiss, to die,
With thee again in sweetest sympathy.

Come again! that I may cease to mourn
Through thy unkind disdain;
For now left and forlorn
I sit, I sigh, I weep, I faint, I die
In deadly pain and endless misery.

All the day the sun that lends me shine
By frowns doth cause me pine
And feeds me with delay;
Her smiles, my springs that makes my joy to grow,
Her frowns the winter of my woe.

All the night my sleeps are full of dreams,
My eyes are full of streams.
My heart takes no delight
To see the fruits and joys that some do find
And mark the stormes are me assign'd.

But alas, my faith is ever true,
Yet will she never rue
Nor yield me any grace;
Her Eyes of fire, her heart of flint is made,
Whom tears nor truth may once invade.

Gentle Love, draw forth thy wounding dart,
Thou canst not pierce her heart;
For I, that do approve
By sighs and tears more hot than are thy shafts
Do tempt while she for triumphs laughs.





Can she excuse my wrongs with Virtue's cloak?- "First Booke of Songes or Ayres" (1597).

Can she excuse my wrongs with Virtue's cloak?
Shall I call her good when she proves unkind?
Are those clear fires which vanish into smoke?
Must I praise the leaves where no fruit I find?

No, no, where shadows do for bodies stand
Thou may'st be abus'd if thy sight be dimmed
Cold love is like to words written on sand
Or to bubbles which on the water swim
Wilt thou be thus abused still
Seeing that she will right thee never?
If thou cans't not o'ercome her will
Thy love will be thus fruitless ever

Wilt thou be thus abused still
Seeing that she will right thee never?
If thou cans't not o'ercome her will
Thy love will be thus fruitless ever

Was I so base, that I might not aspire
Unto those high joys which she holds from me?
As they are high, so high is my desire
If she this deny, what can granted be?

If she will yield to that which Reason is
It is Reason's will that Love should be just
Dear, make me happy still by granting this
Or cut off delays if that I die must
Better a thousand times to die
Than for to live thus still tormented
Dear, but remember it was I
Who for thy sake did die contented

Better a thousand times to die
Than for to live thus still tormented
Dear, but remember it was I
Who for thy sake did die contented




In darkness let me dwell- 1610. Canta: Anne Sophie Von Otter

In darkness let me dwell; the ground shall sorrow be,
The roof despair, to bar all cheerful light from me;
The walls of marble black, that moist'ned still shall weep;
My music, hellish jarring sounds, to banish friendly sleep.
Thus, wedded to my woes, and bedded in my tomb,
O let me dying live, till death doth come, till death doth come.

My dainties grief shall be, and tears my poison'd wine,
My sighs the air, through which my panting heart shall pine:
My robes my mind shall suit exceeding blackest night,
My study shall be tragic thoughts, sad fancy to delight.
Pale ghosts and frightful shades shall my acquaintance be:
O thus, my hapless joy, I haste to thee, I haste to thee.



viernes, 18 de junio de 2010

Casi en el silencio


Afirma Barenboim en término paradójicos que la primera nota de una composición esta relacionada con el silencio que la precede, la última nota se vincula con el silencio que le sigue. Es decir, la música fluye desde el silencio y termina en el silencio. Especulación poética de la condición física del silencio. Pero el silencio no es sólo aquel condicionante físico. Llega a ser una metáfora mayor que encierra el misterio de la música. Por ejemplo, las mejores audiciones musicales que he vivido son aquellas en la que mi conciencia se encontraba en silencio, lejos del peor de los ruidos, del ruido interior. Una buena audición musical parte de ese estado de concordia entre el silencio físico que nos rodea y el silencio del alma. La contemplación sonora es posible porque la conciencia se presenta en el acto sin mancha. Y la continuidad entre el silencio físico y mental se presenta en un fluir armónico. Armonía del silencio, previa a la armonía sonora. 

Mies Van Der Rohe, fue uno de los grandes arquitectos del siglo XX, figura prominente del llamado "estilo internacional" y director por unos años de la célebre Bauhaus. Si uno toma en cuenta el precepto básico de Mies: menos es más, la reducción al mínimo de todo ornamento hasta su depuración absoluta, nos podemos encontrar en el umbral del silencio arquitectónico que, de llegar a concretarse, se presentaría como un espacio vacío sin ninguna intervención. El silencio en arquitectura es imposible, pero si la reducción de al mínimo de sus detalles. ¿Qué puede ocurrir con una conciencia que discurre en espacios sin ornamentación? Si el ruido interior es muy fuerte, quizás surja la locura. Si hay concordia entre la reducción mínima y el silencio interior, quizás un estado espiritual, donde el interior fluye en un espacio libre y abierto, como el espacio sideral. 


Pabellón alemán. Feria Internacional de Barcelona 1929.


Pabellón alemán. Feria Internacional de Barcelona 1929.



La Nueva Galería Nacional, Berlín. 1968



Edificio Seagram. Nueva York. 1958


Für Alina. Arvo Pärt. 1976


miércoles, 16 de junio de 2010

La estrella de la imaginación y los arcanos de Varèse

En 1827 moría Beethoven. Un siglo después Edgar Varèse estrenaba Arcana. La obra estuvo dedicada a Paracelso, alquimista y astrólogo del primer renacimiento. Varèse cita a Paracelso en la cabecera de la partitura: "Hay seis estrella establecidas. Además de éstas, hay otra estrella, la imaginación que da nacimiento a una nueva estrella y a un nuevo cielo". La estrella de la imaginación es la que guía al artista como las estrellas de la bóveda celeste guían a los navegantes y viajeros. A propósito ello Varèse añadía: "El arte no nace de la razón, la última palabra le corresponde a la imaginación".

Varèse fue un compositor inclasificable y notable; imposible de adscribirlo a una escuela, pues él inició  muchas formas de hacer música. Arcana es de esas composiciones en que el impacto de lo nuevo, parafraseando al gran Robert Hughes, quiebra los inocentes sentidos del orden. Pero al mismo tiempo, en su renuncia a lo anterior, anuncia otros derroteros, más audaces que los de la Escuela de Viena y de los compositores rusos de ese entonces. Arcana es más audaz que Ionización, pero más ubicable en el espectro de los espectral. 

Arcana para orquesta. Edgar Varèse.



lunes, 14 de junio de 2010

Xenakis, Le Corbusier y Varèse: Bajo el Hada Cibernética

Le Corbusier, el arquitecto. Varèse, el músico. Xenakis, músico y arquitecto. Le Corbusier, el soñador de la última utopía, de la utopía de la higiene máxima. Soñador al extremo del totalitarismo estético-ético. Genial, verdaderamente. Varèse, ave raris  en su entorno; inclasificable, pleno de ideas musicales gloriosas, adelantado no sólo a su época, sino a todas las épocas. Xenakis, capaz de integrar la higiene lecorbuseriana y la radicalidad sonora de Varèse en un coctel sonoro que se transmutó en metástasis y  génesis. Tres de los mayores artistas de los últimos 100 años.

1958. Pabellón Phillips de la Feria Internacional de Bruselas. Espacio, tiempo y sonido son convertidos en experiencia de interacción de las artes. La obra proféticamente se llamó "Poema Electrónico" y unió todo lo que podía unir desde el principio de relación de los contrarios. 52 años después el "Poema Electrónico" sigue despertando nuestra admiración. 

Poeme electronique: Edgar Varése, Le Corbusier y Xenakis. Pabellón Phillips, Bruselas, 1958. Poema Electrónico 

viernes, 11 de junio de 2010

Sobre la libertad

I
Estereotipo cultural fomentado al límite por la publicidad en estos días del 2010: varones funcionando como machos viendo en una pantalla a 22 idiotas que corren detrás de una pelota y mujeres funcionando como hembras yéndose de compras mientras los varones/machos involucionan mirando en la pantalla a los 22 idiotas de pantalones cortos. Cada uno en el lugar que le corresponde. Los machos primarios y bestiales,  las hembras frívolas e idiotas. ¡Pobre selección natural, 4000 mil millones de años evolucionado para terminar de ese modo!

II
Afortunadamente el Perú no clasificó al Mundial de Fútbol. Estamos libres de la efervescencia patriotera que inunda a los países competidores. También, libres de la obligación gregaria de identificarse con 22 tontos que supuestamente nos representan. Además, si este país del tercer planeta hubiese ido a Sudáfrica 2010,  la publicidad llegaría al paroxismo en la construcción de estereotipos; llegando a establecer una relación ontológica entre varón y pelota de 32 paños. 

III
Lo que espero de este certamen comercial y pseudodeportivo son las fechas más importantes. La tribu se guarda en casa o en espacios públicos cerrados para ver a los 22 que el circo global máximo exige. Durante esas horas, las calles de despueblan, los espacios abiertos se liberan de la masa y un reconfortante silencio toma la ciudad, salvo cuando la tribu ruge al anotarse un gol. 

IV
De niño y adolescente me vi obligado por presión social a jugar fútbol. Como era decididamente malo, no era tomado en cuenta mis compañeros de juego. Tampoco sufría por eso. En cambio, lo mio era el atletismo. Me encantaba correr, saltar vallas, lanzar el disco y la jabalina. Después disfruté el ciclismo. Todas actividades individuales. Correr sólo, para uno mismo, con el aire frío dándonos al rostro: libertad. 

V
La libertad de Beethoven. Compuso la cima de la música para piano: la sonata en si bemol mayor N.º 29 Op 106 Hammerklavier. Temeraria muestra de convicción, de complejidad; fruto de un espíritu dichosamente libre como era el de Beethoven. Esta mañana es Hammerklavier, ejercicio de sabiduría absoluta del cual me es imposible escribir algo que este a su altura. 

Tercer Movimiento: Adagio sostenuto. Apasionato e con molto sentimento. Hammerklavier. Beethoven. Piano: Valentina Lisitsa






Cuarto movimiento: Largo - Allegro risoluto. Hammerklavier. Beethoven. Piano: Valentina Lisitsa

miércoles, 9 de junio de 2010

La ronda de Boccherini

Luigi  Boccherini escribe: "Hay que imaginarse sentado al lado de la ventana en una noche de verano en Madrid. El sonido de una banda se puede escuchar a lo lejos desde alguna otra parte de la ciudad. Al principio,  el sonido es muy bajo. Luego,  poco a poco, la música crece cada vez más, haciéndose más fuerte; lo que indica que La ronda de noche pasa directamente bajo la ventana del oyente. Luego, gradualmente, el volumen disminuye y vuelve a ser débil a medida que la banda por la calle de desvanece a la distancia. ". ¿Qué obra es? Se trata del Quinteto para cuerdas y guitarra en do mayor G 453 "La ritiridata di Madrid", originalmente sólo para quintetos de cuerdas como G 324. Los movimientos que lo integran son los siguientes: 1. Allegro maestoso assai, 2. Andantino, 3. Allegretto y 4. 12 Variazioni, "La Ritirata di Madrid". ¿Alegría?, ¿Calor popular?, ¿Sinceridad del lado muscular de la música? ¡Sabrá Dios! Sin duda, un momento claro y distinto en la música. Boccherini,  el clásico. 

12 Variazioni, "La Ritirata di Madrid". Quinteto para cuerdas y guitarra en do mayor G. 453. Luigi Boccherini . Guitarra: Narciso Yepes.  

martes, 8 de junio de 2010

Teología mozartiana

Teología profunda. El texto es una súplica dolorosa extraída de la Secuentia del Requiem. El Recodare, Iesu pie es concebido por el maestro desde la calma, la mesura, la paz. Mozart nos lleva a un modo de concebir la fe desde otra forma de fe. Teología postmetafísca donde se puede abrazar a Jesús, diciéndole todo abiertamente, sin miedo, sin dogmática ni canónica

Recordare, Jesu pie,
quod sum causa tuae viae;
ne me perdas illa die.
Quaerens me, sedisti lassus,
redemisti crucem passus;
tantus labor non sit cassus.

Juste judex ultionis,
donum fac remissionis
ante diem rationis.

Ingemisco, tamquam reus:
culpa rubet vultus meus;
supplicanti parce, Deus.

Qui Mariam absolvisti,
et latronem exaudisti,
mihi quoque spem dedisti.

Preces meae non sunt dignae,
sed tu, bonus, fac benigne,
ne perenni cremer igne.

Inter oves locum praesta,
Et ab haedis me sequestra,
Statuens in parte dextra.

Traducción 

Acordaos, Jesús piadoso,
que soy causa de vuestra vida:
no dejéis que me pierda en aquel día.
             
Buscándome tuvisteis que sentaros, fatigado:
para redimirme moristeis en la cruz:
¡que no sea en vano vuestro esfuerzo!.
             
Justo Juez de los castigos,
concederme la remisión de mis pecados
antes de que llegue el día de rendir cuentas.
             
Gimo porque me siento culpable,
me ruborizo por mis faltas:
suplicante os pido, Dios mío, vuestro perdón.
             
Tu, que perdonaste a María Magdalena,
y escuchaste la plegaria del ladrón,
dame también la esperanza del perdón.
             
Mis plegarias no son dignas,
pero te pido, po tu bondad,
que no me arrojes al fuego eterno.
             
Colócame entre tus ovejas,
y sepárame de las cabras,       
colocándome a tu diestra.



Recordare, Iesu pie. Secuentia. Requiem en re menor. W. A. Mozart. Dirige: Karl Böhn

viernes, 4 de junio de 2010

Pastoral brahmsiana


La primera sinfonía que escuche de Brahms en integridad fue la segunda sinfonía en re mayor Op 73, con la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles bajo la dirección del gran Carlo Maria Giulini. Aun mantengo viva la primera asociación que hice de esta obra, donde la influencia de la sexta de Beethoven era particularmente evidente. Es sabido que la versión de Giulini es una de las mejores que se han realizado sobre esta obra de grandes dimensiones. La sensibilidad de Giulini por los compositores de la tradición clásica (Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert y ciertamente Brahms), es conocida. Sensibilidad señorial que dialoga con los tiempos contundentes y equilibrados de la música absoluta. 

Después caí en la cuenta que los vínculos entre la sexta de Beethoven y la segunda de Brahms han sido siempre reconocidos y que mi asociación era bastante primaria. Sin embargo, a pesar de la cercanía entre ambas obras,  la carga melancólica de en la segunda de Brahms era más evidente. Otra cuestión particularmente interesante de esta sinfonía la encontré en la lado narrativo. Brahms con esta sinfonía logró componer un fresco amplio y fácilmente reconocible. Se aleja del dramatismo heroico de primera sinfonía en do menor (la tonalidad de la tragedia). Asimismo llega a diferenciarse de la tercera y la cuarta, mucho más densas y complejas. De algún modo, la segunda sinfonía se presenta con la antípoda de la cuarta sinfonía en mi menor, sin duda la mejor de sus sinfonías. 

El ciclo sinfónico de Brahms es una  experiencia de creación musical interesante, intensa y bella, una cima de la música sinfónica. Cada melómano tiene su sinfonía brahmsiana favorita. En mi caso  es la cuarta. Sin embargo, esta segunda sinfonía logra conectarme con muchas de las cosas buenas que he vivido. En su equilibrio melancólico me apacienta. Incluso la turbación se controla, como ocurre en las escenas naturales. 



1. Allegro non troppo 2. Adagio non troppo 3. Allegretto grazioso (Andantino quasi) 4. IV. Allegro con spirito
 Segunda sinfonía en re mayor Op 73. Johannes Brahms. Dirige: Leonard Bernstein.









miércoles, 2 de junio de 2010

O let me weep



Año, 1692. El músico, Henry Purcell. La obra,  La Reina de las Hadas. El Aria: O let me weep. Canta Juno una hermosa desventura. ¿Cómo la desventura puede ser hermosa? ¿Cómo las lágrimas pueden permanecer intactas durante siglos? ¿Cómo el arte puede atravesar los tiempos y conmover; llegar a Lima, Perú - año del señor del  2010 - y conmover a este melómano? La belleza se anuncia como una ventana, quizás ilusoria, a la eternidad, donde el canto de Juno se presenta tristísimo pero hermoso. Qué lejos estamos de producir arias como las que hizo Purcell. ¿Qué tiene que pasar en la historia para volver a crear arte con la mirada en lo alto y el libro de la sabiduría en las manos (Romualdo)? 

Reina de las Hadas. Acto V
Juno: 
O dejadme llorar, llorar por siempre.
Mis ojos no le darán más la  bienvenida al sueño,
pues me voy a esconder de la vista de día.
Y suspiro y suspira mi alma. 
Se ha ido, se ha ido y deploran la pérdida;
Y nunca lo veremos más.