Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

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lunes, 6 de julio de 2015

40 años de Wish You Are Here de Pink Floyd

Portada del disco, 1975

I
Tres discos suponen la cima de una vida creativa; The Dark Side Of The Moon (1973), Wish You Are Here (1975) y Animals (1977). Las tres joyas de la producción floydiana, pues The Wall (1979), es un disco que ahora -aun en su grandeza visual y conceptual- resulta un himno a la desmesura creativa. Sin embargo, el tríptico genial que va desde 1973 a 1977, no tiene comparación con la obra anterior y posterior. Pues lo anterior fue la subida y lo posterior fue el descenso. 

II
Las anécdotas son muchas, también los testimonios. Syd Barret iba a las grabaciones de  Wish You Are Here, con aspecto irreconocible. Y los demás, en agradecida forma, le dedican el disco y dos canciones al genio que les dio origen. Pero no es Barret el que palpita. Aquí son los cuatro grandes: Waters, Gilmour, Mason y Wrigth los que hacen el sonido de todas las formas de la desolación. Se nota que el odio corre, pero son artistas cultivados y saben -todavía- controlar a la hybris. El ego, no se demarca para algún lado. Están en forma contenida. 

III
Ha pasado el tiempo desde la primera vez que oí este inmenso álbum. ¿Sería 1988 o 1989? Ya no lo recuerdo bien. El mundo ha girado demasiado desde entonces y ya casi no hay rastros de la música de Pink Floyd en los sonidos masivos de esta parte del mundo. Es necesario aceptar eso. Todo lo humano envejece y poco es lo que llega a permanecer en el tiempo. A estar alturas de la vida humana, no estoy en condiciones de creer que discos com Wish You Are Here, lleguen a ser "clásicos". Pues incluso esa categoría es extraña e indescifrable hoy en día. Deseamos que estés aquí, tiempo...

IV
Para aquellos que nunca han escuchado Wish You Are Here, aquí el álbum completo:

01. Shine On You Crazy Diamond (Parts 1-5)
02. Welcome to the Machine
03. Have a Cigar
04. Wish You Were Here

05. Shine On You Crazy Diamond (Parts 6-9)

lunes, 15 de julio de 2013

Música para una isla



Si por azar del destino me quedase sólo en una isla, qué música llevaría en este periplo que necesariamente sería un viaje interior. Pues el viaje geográfico termina  siendo un viaje del cerebro y de la mente que le da forma. Así, la música que me acompañase en esta travesía, tendría que ser música que guíe, que camine, que consuele, que eleve, que hunda. Música para todos los momentos de la mente, los momentos que surgen cuando uno está sólo en una isla solitaria. 

Incluyo en esta lista imaginaria, tanto música académica como popular. Y pensaré, en algunos casos, en términos de grabaciones discográficas. El orden en lo de menos, no indica jerarquías. 

1. Benjamin Britten. Suites para violonchelo Op 70, 80 y 87. Caminar en una playa desierta en el amanecer, con los innumerables fantasmas rondando en la mente. Camino y abismos. No es música para relajar el sistema nervioso. Por el contrario, enerva todo lo que se tiempla al interior. No apto para oídos cursis. 

Lamento: Lento rubato, Suite para violonchelo N. 1 Op 70



Moto perpetuo e Canto quarto: Presto. Suite para violonchelo N. 1 Op 70



2. Edgar Várese. Ionisation para instrumentos de percusión. Perdido en la noche, sin luz y sin estrellas. El alma oscura con tus temores. Pero no miedo, sino fascinación por saber todas las soledades juntas y unidas al mismo tiempo. 



3. Pink Floyd. Echoes. Sentado en una piedra, fumando un cigarrillo, tomando café. Mirar el panorama yermo; quizás aparezca una estrella, quizás no. Pero sentado en esa piedra, eventualmente, podré alzar vuelo. ¿Qué vuelo? Oh alma, hasta donde puedes llegar desde que naciste al mundo¡



4. Franz Liszt. Seis consolaciones. Recuerdos a la vista, mirando cada detalle de la isla solitaria. La isla solitaria se transforma en un enorme caja de remembranzas. No se puede huir. Estamos anclados a la pena del paso de tiempo.



5. Franz Schubert. Allegro moderato de Sinfonía "Inacabada" N. 8. En algún momento pensaré que vivo la segunda navegación. Por un momento creeré que el universo de Newton tiene su propio soundtrack. Estoy viviendo la experiencia de creer que la realidad es algo externo a mi. Muy extraño. 



6. Wolfang Amadeus Mozart. Andante de la Sinfonía Concertante para viola y violín KV 364. Hacia algún medio día aunque no lo sea. Buscando el medio día, donde sea.



7. Johannes Brahms. Andante del Trio para corno, viola y piano Op 40. Seguro que estoy próximo al regreso. Queda la isla como un lugar más o como un lugar menos. He viajado a territorio inhóspito, pero sin dejarme atacar o morir. Se aprende en una isla solitaria.

martes, 8 de enero de 2013

2013: año de celebraciones













Este 2013 nos trae varias celebraciones de primer orden. Trataré de hacer una lista de lo que conmemora "la misteriosa forma del tiempo". Probablemente algunas efemérides no podré mencionarlas por la fragilidad de la memoria, por ello, desde ya, la disculpas del caso.

Los nacimientos: 

Bicentenario del nacimiento de Giuseppe Verdi. ¿Quien no conoce algo de este gigante de la opera? Estemos preparados para la infinidad de homenajes que por doquier le harán al gran Verdi. 
Bicentenario del nacimiento de Richard Wagner. A Wagner lo amamos o lo odiomos. No hay término medio. Aquí el "último trovador" renacerá en su propio templo, a la estatura de su propio mito. 
Bicentenario del nacimiento de Charles Valentin Alkan. Notable. Una de las cimas de la música para piano. Romántico olvidado injustamente cuando está a la altura de Liszt y Chopin. Los melómanos no debemos pasar por alto este bicentenario. 
Centenario del nacimiento de Benjamin Britten. No tengo palabras para describir lo que siento por la obra de este compositor de primerísimo orden. Recuerdo el día que sus Suites para Violonchelo me dieron una nueva oportunidad para el asombro. Britten es muy, pero muy grande. 
Centenario del nacimiento de Witold Lutoslawski. Una oportunidad de oro para descubrir a un músico notable. 
180 años del nacimiento de Johannes Brahms. Siempre será justo celebrarlo bajo cualquier pretexto. Cada día que pasa pienso que Brahms es el cuarto músico, el único que puede estar muy cerca de "los tres divinos" (Bach, Mozart, Beethoven). 
140 y 70 años del nacimiento de Sergei Rachmaninoff. Para llamar a los espíritus de la turbulencia. La tragedia tiene su músico. No olvidar su legado es tarea de todos. 
140 años del nacimiento de Max Reger. Mucho más de lo habíamos creído. También es una buena oportunidad para celebrarlo. 
90 años del nacimiento de Gyorgy Ligeti. Una gran oportunidad para pensar en el centenario próximo. Hay tanto que descubrir en Ligeti, tanto que aprender. 
80 años del nacimiento de Krzysztof Penderecki. Un hombre de fe que se acerca a la sabiduría musical. Sigue vivo y espero que siga vivo. Uno de los últimos grandes músicos del siglo XX. 

Las muertes: 

60 años de la muerte de Sergei Prokofiev. Y pensar que hubo un momento que Prokofiev fue considerado el más grande compositor del siglo XX. Otra oportunidad para volver a escucharlo con mayor detenimiento. 
50 años de la muerte de Paul Hindemith. Medio siglo de fallecido y todavía no lo reconocemos en su real dimensión. 
10 años de la muerte de Luciano Berio. Como si fuese ayer cuando leí en un diario: "Murió Luciano Berio". Felizmente estoy ad portas de cegarme con la luz de su inmensa obra. Este año será una de mis audiciones obligadas. 

Música Popular. No pensaba incluirlas. Pero creo que es una buena oportunidad de hacerlo. 

30 años de la muerte de Chabuca Granda. Trovadora peruana de finas formas limeñas. Quizás el único referente local  en el que reconozco algo con lo que puedo identificarme. 
50 años de la muerte de Edith Piaf. Esa voz distinguida en la multitud de voces. ¿Ya medio siglo de muerte? Increíble y canta mejor. 

Y entre lo mejor del rock...


40 años de The Dark Side of the Moon. La obra más célebre de Pink Floyd está de celebraciones centrales. 

lunes, 12 de noviembre de 2012

Misterios gozosos: algunas canciones para el ocaso del alma


Hay canciones que me gustan más allá de las letras cantadas. Que me gustan y  que las disfruto más allá de razones puramente formales. A varias las encuentro en el equilibrio exacto entre la respiración y la tristeza, entre el placer y la nocturnidad. Hoy no tengo muchas ganas de mis adorados clásicos de siempre. Hoy son canciones sencillas que me inducen a mis propios deseos gozosos y a cierto ocaso de mi mismo. 

1. Nights in White Satin de Moddy Blues (1967). Cada vez que la escucho me imagino a una pareja suicida de más de 60 años. Una pareja que mira una ciudad distinta a ellos, antes del fin de una vida. Una pareja perpleja ante la ciudad de hoy: variopinta al extremo, con olor a monoxido y a aceite, con sol sin protección. Nostalgias de tiempos idos. Una bella romanza para oír en el ocaso sin ídolos. 



2. No Time de The Guess Who (1969). Esta canción respira hondo. Y me lleva a volar sobre las nubes de un crepúsculo que lucha por no ser artificial. Hay un deseo de trascendencia tan diáfano. Una era que no debió terminar por razones estéticas más que doctrinarias. No Time para siempre.




3. Suite: Judy Blue Eyes de Crosby, Still and Nash (1969). Las voces, la paz de las voces. La dulzura de las voces. Hay un siglo tras todo eso. El ocaso del alma es más tolerable este 2012. 1969, aun no nazco, pero estoy naciendo en la libertad de estas voces. 



4. Dear Prudence de The Beatles (1968). ¿Creen ustedes que se puede decir algo mejor que este ocaso del alma? Nunca dejará de sonar, nunca y nunca.



5. Set the Controls for the Heart of the Sun de Pink Floyd (1968). Este ocaso se hunde en la noche. Hay misterio, hay formas de nocturnidad no demostradas por la pasión. Una obra de arte hecha Pink Floyd.



6. Starless de King Crimson (1974). Erarse una vez en la humanidad la canción más triste de la historia y la más bella de todas. ¿Te imaginas nuestro fin como ciudadanos de una roma imaginada? Esta canción me eleva al nivel de la tierra. Cambios de tiempo que nunca volverán a realizarse. Todos los tiempos del alma están aquí comprimidos.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Richard Wrigth

Hoy murió Richard Wrigth (1943 - 2008). Me enteré por la BBC y ahí encontrarán todos los pormenores. ¿Qué decir? El segundo Pink Floyd en irse. Enorme pianista, músico y compositor. Desde esta época inexistente, un homenaje.


The Great Gig in the Sky. Composición de Wrigth incluida en el más grande disco que la historia del rock ha dado: The Dark Side of the moon, 1973.