Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Respuesta a la pregunta adolescente melómano

Hace días me preguntaste sobre mis intereses y gustos musicales. Son muy variados y abarcan un largo espectro que va desde la música académica más trascendente hasta boleros y tangos memorables. Incluso puedo tolerar algunas canciones de salsa, sobre todo cuando de bailar se trata (con algunas copas, claro está).
A tu edad me encantaba el hard rock, heavy metal y el rock progresivo. Había hecho un paréntesis para mis gustos clásicos, absolutos en mi niñez. Como muchos, a los 14 o 15 años, empecé a entusiasmarme con grandes bandas como Iron Maiden, Black Sabbath, Led Zeppelin, etc. Todas las conoces, pues siguen siendo admiradas por los chiquillos de tu generación. Obviamente el devenir del rock ha seguido originando nuevas banda que no conozco muy bien, pues mis gustos e intereses musicales son, como sabes, esencialmente académicos y clásicos. Pero eso no quiere decir que no siga disfrutando del rock. De todas los estilos populares es el que más me gusta. Y creo tener una colección medianamente interesante de discos. Aunque debo ser claro. En los últimos veinte años mis preferencias por el rock se han hecho más eclécticas. Ya no soy un headbanger. Por mi edad y actividad, que conoces bien, es un poco difícil. Por ello voy a mencionar mis preferencias rockeras. Espero no defraudarte.

En esta lista no tomes en cuenta estilos, ni tampoco el orden. Esta como está.

-Pink Floyd. Por lo que fueron capaces de hacer. Por cuatro álbunes extraordinarios que sobresalen en toda la historia del rock.

-Rush. Porque son capaces de hacer gran música con una formación básica. Por tener composiciones memorables, de gran talento, fuerza e imaginación. Por no ser ampulosos.

-Joe Jackson. Por la finesa, el drama y los contrastes. Por esas letras sabias y entrañables. Por el piano duro, diestro y leve al tiempo de una voz bellísima.

-Iron Maiden. Por lo que fue cuando soñaba. Por el recuerdo de los días soleados de verano, allá por 1986 y 1987.

-Roxi Music. Por la soportable levedad de bailar.

-The Mission. Por la oscuridad, por ser el otro lado de muchas cosas. Por la voz de Wayne Hussey.

-Velvet Underground y Lou Reed. Por todo lo que muchos saben y dicen.

-The Cult. Por las juergas.

-Tears For Fears. Por el lado sofisticado y dulzón que todos tenemos de vez en cuando.

-Sex Pistols.Por lo que muchos creemos y que derrepente no es tan cierto.

-Wire Train. Porque todos tuvimos un grupo que sonó, nos gustó sin saber por qué y desapareció.

-David Bowie. ¿Qué melómano que se precie lo dejaría de lado?

Seguiría, pero ya es suficiente respuesta para la pregunta de un adolescente melómano.





lunes, 27 de agosto de 2007

Seriación poética: León Felipe


Oraciones

Hazme una cruz sencilla,
carpintero...,
sin añadidos
ni ornamentos...,
que se vean desnudos
los maderos,
desnudos
y decidídamente rectos:
los brazos en abrazo hacia la tierra,
el astil disparándose a los cielos.
Que no haya un sólo adorno
que distraiga este gesto:
este equilibrio humano
de los dos mandamientos...
Sencilla, sencilla...
Hazme una cruz sencilla, carpintero.

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Nadie fue ayer,
ni va hoy,
no irá mañana
hacia Dios
por este mismo camino
que yo voy.
Para cada hombre guarda
un rayo nuevo de luz el sol...
y un camino virgen
Dios.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Fragilidad

Cuerpo,
tiempo,
vacio...
encerrados en un cofre.
Gonzalo Ontaneda
Esa condición inseparable a lo que somos. Basta un instante tremendo y el día atroz dura más de tres días. Y todas las preguntas, antiguas - porque son la perdurables-, vuelven. !Cuánta necesidad oculta a la razón! (o la potencia, no lo sé).
¿Qué detalle de la inmensa fragilidad habrá vivido César Franck cuando compuso la sonata en La Mayor para piano y violín o el quinteto para piano y cuerdas?. Tras este desastre no dejo de asociar el instante de terror y los posteriores, con ciertas huellas de estas obras del insigne compositor belga. Se que no le inspiró catástrofe alguna. Quizá las turbulencias del alma que azotaban a la conciencia desdichada del romanticismo tardío.
Recitativo - Fantasía: Ben moderato-molto lento. Una y otra vez regresa. Miro los diarios, veo las imágenes de televisión y me sigue con su omnipotente dolor. Espero durante la noche el proximo bombardeo de la tierra y el latido de mi corazón frágil es el "bajo continuo" que interviene esta obra. Montaje coronario en medio de la era que nunca existió. Y que la mater natura nos obliga una y otra vez a hacer existente. Algo es claro, este dolor y terror nos devuelve a cierto tipo de vida.

jueves, 9 de agosto de 2007

Seriación pop: Snakes & Arrows de Rush




Aquí lo mejor desde el Counterparts (1993). El retorno más oscuro y glorioso de los últimos años. Decir Rush es suficiente. El power trio más longevo y noble. Músicos inteligentes, creativos y talentosos. Lee (Bajo y voz), Lifeson (guitarra y coros)) y Peart (baterías). Sin embargo, gran parte de las importancia de este grupo se debía al talento especial de Neil Peart. Peart, probablemente, el mejor bateristas de todos los tiempos. Porque la baterías de Peart no sólo sonaba bien, encandilaba y sorprendía, sino que pensaba. Una batería pensante de un músico enorme. Una batería intelectual, lejos de la exhasperante pirotecnia o de la dionisiada nocturna. Además Peart era el letrista minucioso, concentrado; investigador por naturaleza, convencido que para hacer arte hay que pensar e investigar.

El resultado: 35 años de una leyenda que crece y que se reconoce cada vez más. Sin embargo los canadienses estaban algo perdidos. Albunes correctos. Porque nada de lo ha hecho Rush es regular o malo. Pero repetitivos y que evidenciaban el natural desgaste de las leyendas. Lo que curioso es que sabía que tarde o temprano el Power Trio más célebre u duradero volverían a las andanzas.

Hace unas semanas tengo el Snake & Arrows (2007), editado cinco años después del correcto pero intrascendente Vapor Trails (2002). !Qué disco! Desde Far Cry, una patada a todos aquellos que pensaban en lo peor para Rush hasta We hold On, el último álbum de los canadienses nos devuelve a lo mejor de la esencia de Rush. Niel Peart recuperado tras la muerte de su hija y de esposa, retorna con letras escarbadas de los abismos del ser humano (como siempre), letras inteligentes como su batería. La voz de Geddy Lee sigue intacta, cercana a las sesentena, y su bajo continua siendo una verdadera cátedra del hacha. Y Alex Lifeson no ha perdido ese sentido milimétrico para copar el sonido de Rush.

La crítica, como suele ser en estos casos, ha sido variable. Un buen disco para unos, aburrido para otros. Para mi es una exelente muestra de lo que se puede seguir haciendo tras más de tres décadas de hacer música. No es 2112, tampoco el Hemispheres, Moving Pictures o Signals. No tiene porque serlo. Rush es ahora una banda de veneración y dejaron su lugar en la historia del rock. En su caso hay que dejar de pensar desde la sociología del arte y ver a Rush desde la estética. Entender la inteligencia de estos músicos, canónicos, formales que le lanzan una sonora patada al historicismo artístico. Conservadores con tecnología y devoción a la música. (y, por que no, cierto interés monetario que no invalida la propuesta de Rush. Es rock al fin y al cabo)

sábado, 4 de agosto de 2007

Aquella vez de Menuhin y Oistrakh


No voy a detenerme en los enormes méritos del Concierto para dos violines de Bach (BWV 1043), pues son sabidos y admirados por cualquier melómano. Tampoco pienso hacer una semblanza o una biografía de los dos - probablemente - mayores violinistas del siglo XX. Son muy conocidos y no podría aportar algo importante a lo sabido por muchos. Sólo me reafirmo en lo siguiente. Pocas veces la perfección técnica, la individualidad y la espiritualidad más profunda lograron conciliarse en dos músicos. Rusos ambos y muy amigos (tenía que ser así).
Mi ignorancia en música es grande y cada día que pasa, cada vez que me interno con mayor profundidad en el universo del mayor de los artes humanos, descubro lo ignorante que soy y reconozco la impertinencia de escribir estas líneas de tiempo en tiempo. !Qué pequeño soy ante esto que tanto me apasiona!

Hace unos días vi algo inolvidable. Un DVD editado el 2001: The Art of Violin por la WB Music. En el capítulo dedicado a Menuhin y Oistrakh, miré y contemplé un suceso quizá único en la historia de la interpretación. Ambos, Yehudi y David, interpretaron en Bucarest, en 1958, el celebérrimo concierto de Bach. Tres minutos y treinta y seis segundos como muestra de algo impresionante. Repetí siete veces la escena para convencerme de lo que estaba viendo. Y era verdad, Menuhin y Oistrakh tocaban juntos. Aquella noche, no podía dormir pensando en lo que había visto. Tenía ganas de decírselo a alguien o todos. Me exitación fue tal que volví a mirar la escena del concierto una vez más. !Qué feliz fuí!

No hace mucho la EMI editó un DVD de Manuhin, Oistrakh y !Rostropovich!. ¿Se imaginan eso?. Tocan obras de Bach, Mozart y Brahms... Tendré que esperar hasta que mi habitual facilitador de DVDs me lo entregue. Cuentos los días para esa fiesta íntima.