Il cimento dell'armonia e dell'inventione de Antonio Vivaldi. Ahí se encuentra la serie de conciertos más conocidas del célebre compositor veneciano: Las Cuatro Estaciones. ¿Se puede pensar, dada la naturaleza del título, en una lucha entre las rígidas formas del barroco y una subjetividad que se quiere manifestar libremente? En 1725, año del estreno de esta obra, no es posible entrever una disputa semejante. A no ser que el "padre rojo" sea un decidido innovador no sólo de la forma, sino del sentido de la música. Quizás para ello se debería conocer las características de los conceptos de armonía y de invención de aquella época. Sin embargo, la invención hay que situarla en el plano de la reelaboración de las formas tradicionales y no en la creación. A inicios del siglo XVIII, no se identificaba creación con arte. Pues esta vinculación fue propia del romanticismo (el artista como creador).
Por eso, la invención, en el sentido barroco, tenía que ver con la posibilidad de manipular la forma sin traicionar el sentido armónico. Sin embargo, en la destreza de esa manipulación formal, se podría enterver una subjetividad, no en el ámbito de lo intimo sentimental, sino como un talento subjetivo que pueda ser capaz de producir obras particularmente diferenciadas. Debido a la enorme capacidad para "inventar", desde los rígidos recursos formales, Vivaldi llegó a ser el compositor más importante de su época. Sus contemporáneos vieron en el "prete rosso" la capacidad de unir, casi a la perfección, tanto la armonía como la invención. Además reconocieron que en la encorsetada estructura del "concerto grosso", habitaba una poder inventivo que podía evidenciar estados del alma que se encontraban más allá de la "teoría de los humores" y su estricta demarcación de los tiempos. Las líneas melódicas de los solistas erizan el acompañamiento y exhasperan al bajo continuo, obligándolo a marchar hacia los límites nunca quebrados de la armonía. En este combate no hay vencedores ni vencidos. L'estro armonico ( la inspiración armónica) sirve a la música del más perfecto barroco.
Allegro non molto. El Invierno. Las Cuatro Estaciones. Il cimento dell'armonia e dell'inventione. Karajan al final de su vida dirige a su engreída Anne Sophie Mutter
Allegro non molto. El Invierno. Las Cuatro Estaciones. Il cimento dell'armonia e dell'inventione. Karajan al final de su vida dirige a su engreída Anne Sophie Mutter
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