Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

lunes, 5 de abril de 2010

Pensar una experiencia popular: Rush. A modo de homenaje.



Es irónico que una banda que ha sido inspirada por un montón de otras esté entrando al Salon de la Fama de Rock and Roll antes que otras. Iremos hasta allá y patearemos traseros y derribaremos la puerta en nombre de algunas bandas de rock pesado que no han sido reconocidas, como Rush”   
James Hetfield, Metallica

La música popular, a lo largo del último siglo, se ha construido a partir de composiciones que deben su unidad al formato de grabación. Esta unidad se logra en el álbum fonográfico. La música académica también debió adaptarse a las limitaciones y exigencias tecnológicas de los formatos de grabación. Los puristas consideraron que esta exigencia atentaba contra el patrón de continuidad de las obras de mayor envergadura. Por ejemplo, las operas y algunas sinfonías (como las de Mahler), pues debían ser editadas en varios volúmenes dado que era imposible comprimirlas en un sólo disco. Esto afectaba su audición y alteraba la unidad estética y estilísticas de las obras.

Sin embargo, los temores de los puristas podrían desaparecer en la medida que formatos como el MP3 permiten  guardar muchas horas de grabación. Hoy en día es posible tener en algún dispositivo portable una indeterminada cantidad de obras. El catálogo completo de muchos compositores cabría en cualquiera de estos dispositivos. No se si se ha empezado a concebir composiciones populares que se adapten a la longitud de tiempo que permiten los formatos comprimidos. Imaginemos un álbum de un solo compositor o grupo que contenga 100 canciones. Y no me refiero a la compilación privada de innumerables cantantes o grupos, esa que suelen realizar los jóvenes desde hace unos años. Sin embargo, todo indica que por un tiempo más los compositores de música popular (solistas o grupos) seguirán concibiendo sus producciones musicales dentro del formato de álbum que el CD permite, es decir, 74 minutos de grabación.

Es interesante observar que los compositores de música popular (solistas o grupos) conciben sus grabaciones fonográficas a partir de la unidad temática. Esta unidad tiene su razón de ser en el título del álbum que, en la mayoría de los casos, proviene del nombre de una de las canciones. No tengo en claro si el título de un disco tiene relación directa  con todas las canciones del mismo. A  veces me parece que si y otras veces no. En todo caso, en dónde se evidencia la relación más clara entre título del disco y el grupo de canciones son en los llamados “discos conceptuales”. Grabaciones que giran alrededor de un eje temático más o menos claro y que se materializan en canciones individuales. Pienso en ejemplos conocidos como The Dark Side of the Moon y The Wall de Pink Floyd, Ok Computer de Radiohead, Amercan Idiot de Green Day, Nostradamus de Judas Priest, etc, etc.,  dentro de una lista que interminable. En 1976, Rush grabó lo que sería su primer disco conceptual, por lo menos en su primera parte: 2112. Una aventura futurista basada en la novela Vivir de la profeta del liberalismo libertario Ayn Rand. Lo que Rush logró con 2112, fue lo suficientemente contundente para continuar con una saga de álbumes conceptuales como Hemispheres de 1978 y Grace under pressure de 1984.

En las últimas semanas he estado revisando parte de la discografía de Rush, sobre todo la del segundo periodo que va desde 2112 hasta Signals de 1982. Coincido con aquellos que consideran que la etapa 1976-82 fue el mejor momento del trío canadiense. Cada álbum se muestra consistente, autosuficiente dentro de una discografía que nos obliga a realizar un ejercicio duro de elección. Ya en 1975, con Caress of steel, ya era evidente que el gran salto se concretaría con 2112. Pero este disco no fue la única cima, sino el inicio de una serie de grabaciones que irán perfilando la consistencia y contundencia de Rush. Cada disco de ese periodo  tiene canciones muy bien logradas. Pero aquí que ser claros. Si no se valora o disfruta el prog rock mejor no hay que considerar nada. Aquellos que ponderan solamente la expresividad de contenidos suelen aburrirse con los logros formales.  Y si algo enseñó el prog rock es que el rock no esta reñido a la exploración, indagación y evolución formal.

Como decíamos, cada disco de Rush  de este periodo es importante. Después de 2112, se edita A Farewell to Kings de 1977. Este álbum posee dos de las canciones mejor logradas, a mi gusto y entender, de todo su discografía: Xanadu (basado en el poema Kublai Khan de Samuel Taylor Colderidge) y el inmenso Gignus X-1 (la historia de un viaje a la constelación de cisne y a su agujero negro). Además del clásico Closer to the Heat. Tras este disco, Rush edita, en 1978,  Hemispheres (narración del conflicto ético y estético entre lo que simbolizan Dionisos y Apolo al modo nietzscheano). Hemispheres contiene la segunda parte de Cignus X-1, llamada Cignus X-1 Book II: Hemispheres y una de las composiciones instrumentales más célebres de Rush: La villa de strangiato con el socarrón subtítulo de “ejercicio de autoindulgencia”.  Pero hay más. En 1980, Rush edita Permanent Waves. Donde  el trío se reinventa pero en la misma saga. El resultado es el clásico: Spirit of radio y otras canciones de enorme interés como Jacob ladder (otra obra lograda) y Natural Science. En este disco la unión entre el prog rock y el heavy metal es evidente y fructífera. Se cierra una década de discos notables.

De Moving Pictures, publicado 1981, se ha escrito bastante. Para muchos la obra maestra del trío canadiense, conteniendo clásicos como Tom Sawyer, YYZ, Red Barchetta, Limeligth, Camera eye, etc. La banda usa abiertamente, sintetizadores, secuenciadores, samplers, y los habituales instrumentos. La gira de este disco termina con el célebre álbum en vivo Exit...Stage Left que se evidencia como el testamento del periodo que se inició con el 2112. Pienso que Moving Pictures adquiere pleno sentido en la medida que se le asocia a Signals. Con este disco, de 1982, Rush une tanto los interesantes aciertos de los discos más celebrados con lo que se construyó hacia adelante. Dominio y apertura; conocimiento de sus propias posibilidades y limitaciones. 1982 el prog rock esta en crisis por la hegemonía absoluta de la  new wave, el post punk y el Glam Metal. A pesar de encontrarse en otra vertiente musical,  Rush acusa recibo de estas influencias. Muchos consideran este disco como una traición a lo mejor de Rush. Sin embargo, a los años, percibo al Signals como  una transición; un esfuerzo mayor de equilibrar tradición e innovación. En este álbum se encuentra Subdivisions, uno de las canciones más completas del trío. Pienso que con este tema adquiere sentido la estética del grupo que, en los odiosos términos de la sociología del arte, se evidencia como la banda de la condición suburbana; no del barrio marginal sino de la aérea clase media, como lo observa Chris McDonald en su libro Rush, Rock Music, and the Middle Class. Dreaming in Middletown. Los territorios por donde el individualismo, la búsqueda del espacio interior y el escapismo hacia si mismo, se hacen evidentes en todo momento. Las mitologías inconexas de las clase media suburbana, con imaginarios tan amplios y diversos como los astros, las leyendas, la tecnología, etc., se plasmas en su totalidad,  Pero en Signals no sólo esta Subdivisons, también se encuentran Analog kid, Chemistry, The Weapon, Digital man etc. Un álbum que sin ser para nada “punk”, es capaz de narrar la condición crítica sin ser alarido, dolor, soledad o sangre.

Si observamos la trayectoria de Rush desde 2112 a Signals, veremos que una canción como Subdivisions se puede presentar como una extraña conclusión cuyo origen es la primera estrofa de Temples of the Syrinx: “Y los  mansos heredarán la tierra”, que Geddy Lee canta al inicio de 2112: And the meek shall inherit the earth. La ciencia ficción que da origen a la “estrella roja” de la Federación Solar carece de la “realidad” de la vida subdivida y en extremo territorial que se narra en Subdivisions:

Sprawling on the fringes of the city
In geometric order
An insulated border
In between the bright lights
And the far unlit unknown

Growing up it all seems so one-sided
Opinions all provided
The future pre-decided
Detached and subdivided
In the mass production zone
Nowhere is the dreamer or the misfit so alone.
(Subdivisions, “Signals”, 1982)

La comprensión de lo real se concreta después de la mítica intergaláctica. Lo real fue avanzando desde la poesía de Colderidge, desde el imaginario estelar de Cignus X-1. Se acentó en la mística de Mark Twain y en la ética-estética de El origen de la Tragedia de Nietzsche. Pero para llegar a la “realidad” hay que caminar por la poesía, pues como bien decía Heidegger habitamos poéticamente. Signals es el desencantamiento del mundo en ontología de gran urbe y Subdivisions cuenta esa ruta:

Subdivisions --
In the high school halls
In the shopping malls
Conform or be cast out
Subdivisions --
In the basement bars
In the backs of cars
Be cool or be cast out
Any escape might help to smooth
The unattractive truth
But the suburbs have no charms to soothe
The restless dreams of youth.
(Subdivisions, “Signals”, 1982)

Esta dinámica del desencanto irá adquiriendo consistencia mientras trascurren los años ochenta. Big Money y Manhattan Project del Power Windows de 1985, versaran tanto del afán de lucro desmedido como del proceso de creación de la bomba atómica, dos temas característicos de la década de Ronald Reagan, economía de oferta con juegos de guerra termonuclear. Y en 1989, en el álbum Presto, Show, don´t tell y The Pass, otras de las canciones que se afirman en la conciencia del desencantamiento, una década después de la ensoñación intergaláctica. Una de las más bellas letras de Niel Peart:

Someone set a bad example
Made surrender seem all right
The act of a noble warrior
Who lost the will to fight

And now you're trembling on a rocky ledge
Staring down into a heartless sea
Done with life on a razor's edge
Nothing's what you thought it would be

No hero in your tragedy
No daring in your escape
No salutes for your surrender
Nothing noble in your fate
Christ, what have you done?
(The Pass, “Presto”, 1989)


Cignus X-1. Álbum: Farewell Kings, 1977. Una muestra de fuerza, forma e imaginación.



Natural Science, Permanent Waves, 1980.



Subdivisions, Signals, 1982.



The Weapon, Signals, 1982.



Xanadu, The Farewell Kings, 1977.

1 comentario:

Miki dijo...

Muy buen ensayo sobre la época dorada de Rush.