Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

sábado, 18 de octubre de 2014

Ayn Rand: Ideas sobre la música



Polémica, provocadora, Ayn Rand (1905-1982), más allá del talante evidentemente ideológico de su obra, llegó a escribir muchas cosas de un interés notable. Más aun, cuando podemos ver que varias cuestiones que abordó en su vasta producción llegó a convertirse en el fundamento de varias de corrientes del pensamiento actual. Ayn Rand escribió de muchos temas. Y siendo novelista, el asunto artístico le fue muy cercano y vital.

En el Manifiesto Romántico, publicado en 1969, podemos leer algunas reflexiones sobre la música que esperamos que motive a los lectores de Melomanía a buscar - de modo desprejuiciado- la reflexión estética de esta ilustre filósofa y escritora rusa.

El patrón en el proceso involucrado en la música es: de la percepción a la emoción, de allí a la apreciación y luego al entendimiento conceptual. La música se experimenta como si tuviera el poder llegar a las emociones del hombre en forma directa. Como en el caso de todas las emociones, existenciales o estéticas, los procesos psico-epistemológicos implicados en la respuesta a la música están automatizados y se los experimenta como una simple e instantánea reacción más rápida de lo que uno tarda en identificar sus componentes

....Cuando la abstracción emocional proyectada por la música se corresponde con el propio sentido de la vida, la abstracción  adquiere una realidad total, brillante, casi violenta, y uno siente que por momentos, una emoción de mayor intensidad que cualquiera experimentada existencialmente. Cuando la abstracción emocional proyectada por la música es irrelevante o contradictoria para nuestro sentido de la vida, uno se siente poco más que una leve incomodidad o desagrado o una clase de enervante aburrimiento.

Nuestra reacción a la música conlleva una sensación de total certeza, como si fuera simple, evidente, indudable; involucra las propias emociones, es decir, los valores propios y nuestro más profundo sentido de si mismo, se experimenta como una unión mágica de sensaciones y de pensamiento, como si el pensamiento hubiera adquirido la inmediata certeza de la  conciencia directa.  

Adagio sostenuto de la mayor obra de piano de Beethoven: Hammerklavier. Pienso que algo así hubiera adorado Rand.


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