Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Ven Espíritu Creador



Se cuenta que Juan Pablo II hizo de esta oración una de sus favoritas. Como también es sabido que el papa Wojtyła tenía como obra sinfónica favorita a la segunda sinfonía  "Resurrección" de Mahler.  Aunque no tengo las referencias exactas, intuyo por qué el venerado Juan Pablo tenía por músico fundamental al gran compositor austriaco. Es que en Mahler la música no es sólo música. Se evidencia un programa integral, quizás expuesto de una manera no muy conciente. Donde la idea de historia de la música se construye a la par de la historia de occidente, hasta el encuentro o descubrimiento de las otras historias (como un gran peregrinaje). Es sintomático el devenir desde la sinfonía "Titan" hasta el "Canto de la Tierra", la música gira alrededor de la tierra y se nutre del imaginario de oriente asumido como rasgo humanizador en término de la vida . Asimismo las conciliaciones entre lo académico (oficial) y lo popular (no oficial), entre las frases mínimas de vientos y la musculatura integral de la orquesta. Toda reconciliación, como la opción teológica del pontífice polaco. 


Las pretensiones absolutas de la obra de Mahler tienen su cima en la sinfonía 8 "La de los mil", por el millar de interpretes que precisa. No pienso detenerme en un análisis de la octava sinfonía. Pues hay innumerables estudios de la misma. Sólo quiero compartir el texto de la primera parte de este monumento sinfónico: Veni, creator spiritus, oración de la liturgia católica escrito por el teólogo alemán Rabano Mauro entre los siglos VIII y IX.


Ven Espíritu creador;
visita las almas de tus fieles.
Llena de la divina gracia los corazones
que Tú mismo has creado.
Tú eres nuestro consuelo,
don de Dios altísimo,
fuente viva, fuego, caridad
y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú el dedo de la mano de Dios,
Tú el prometido del Padre,
pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra.
Enciende con tu luz nuestros sentidos,
infunde tu amor en nuestros corazones
y con tu perpetuo auxilio,
fortalece nuestra frágil carne.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto tu paz,
siendo Tú mismo nuestro guía
evitaremos todo lo que es nocivo.
Por Ti conozcamos al Padre
y también al Hijo y que en Ti,
que eres el Espíritu de ambos,
creamos en todo tiempo.
Gloria a Dios Padre
y al Hijo que resucitó de entre los muertos,
y al Espíritu Consolador, por los siglos de los siglos.
Amén.


Ven, espíritu creador. Sinfonía 8 de Gustav Mahler. National Youth Orchestra of Great Britain , Dirige:  Sir Simon Rattle







2 comentarios:

aliorrala18 dijo...

hermosa entrada como siempre, ya veo porque era la preferida de Juan Pablo II la acabo de ver y es tan optimista, o mas que eso la parte inicial es tan bella jeje sigue con el blog excelente trabajo =) felices fiestas!!

ricardof falla carrillo dijo...

Gracias, de igual modo.