Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

viernes, 20 de febrero de 2009

Alma y Gustav

Hablemos de ella como Alma Marie Schindler (1879-1964) y no como Alma Mahler. Lo que ocurrió con su vida privada después de la muerte del gran compositor no es cuestión de este texto. Según las fotos que veo ahora, poseía la belleza valorada de entonces. Y las muestras de su desbordante inteligencia, cultura y sensibilidad abundan. Hay tanto de Alma en la obra de Mahler que a veces pienso que debería inventarse un nombre para ambos. "Almahler", se me ocurre en secreto ridículo.


En sus Recuerdos y Cartas, Alma escribe lo siguiente sobre Gustav al momento de conocerlo en 1901: "Desde el primer momento Mahler me observó minuciosamente, no sólo a causa de mi rostro, que en aquellos días podría llamarse hermoso, sino también por mi aire mordaz. Me estudió larga e inquisitivamente con su gafas. Llegó el último invitado y pasamos a cenar. Yo estaba entre Klimt y Burckhard; los tres hacíamos un alegre trío. Mahler, en el otro extremo de la mesa, me observaba y escuchaba, furtivamente al comienzo, luego abiertamente. Luego exclamó con envidia: "No podríamos compartir la alegría?". Su infortunado vecino fue ignorado esa noche." Así nos cuenta la "coqueta" Alma.




No hay comentarios: