El legado de Claudio Monteverdi (1567- 1643) es único y, probablemente, irrepatible. Fundador de innumerables géneros y hacedor de mundos que hasta en nuestros días deslumbran. Las dos últimas obras dramáticas de Monteverdi fueron: Il ritorno d´Ulises in patria (1641) y L´incoronazione di Poppea (1643), que, junto al L´Orfeo (1607), constituyen la primera gran cima del drama musical.
Aunque conocía de su existencia, nunca había visto Il ritorno d´Ulises in Patria. Felizmente pude concretar este deseo gracias a la versión filmica de Nicolaus Harnoncourt y Jean Pierre Ponnelle reeditada en formato DVD en el 2007. Fiel a su estética, Harnoncourt nos entrega un Ulises que hace la delicia de los seguidores de las interpretaciones historcistas, de que él mismo fue casi un pontifice. El libreto de esta ópera es de Giacomo Badoaro, basandose en los últimos cantos de la Odisea.
Hay varios momentos de gran belleza en esta obra. Pero adquiere una singular dimensión el Lamento de Penélope: "De misera regina", compuesta bajo los fines estéticos del primer barroco: música - que como pretendía Monteverdi- haga llorar al público. El texto de esta lamentación es el siguiente:
Después del prólogo entre la Fragilidad Humana, el Tiempo, el Amor y Fortuna, aparace Penélope y dice lo siguiente:
PENÉLOPE
¡Las preocupaciones no terminan nunca para una desgraciada reina!El esperado no acaba de llegary así se van escapando los años.Mis penas son, ay, demasiado numerosaspara quien dispone de mucho tiempo.Quebrantadísima esperanza,ya no floreces, sino que, canosa,a mis viejos malesya no prometes paz ni consuelo.Han transcurrido cuatro lustrosdesde aquel memorable día en que, con su secuestro,el soberbio troyanollevó a su gran patria a la ruina.Con razón arde Troya,puesto que, el amor impuro,que es un delito de fuego,se purga con las llamas.Pero es injusto que,por las culpas de otro,yo esté condenada siendo inocente.¡Sufro una penitenciaque no merezco!Tú, Ulises, sagaz y sabio,acudiste a castigar el adulteriousando las armasy propagando las llamaspara vengar los erroresde una griega prófuga.Y mientras tanto, dejaste a tu casta esposaa merced de tus rivales y enemigos,con peligro para su honory quizá para su vida.Toda partida conllevaun deseado retorno.Solamente tú olvidaste la fecha del regreso. ERICLEA
¡Infeliz Ericlea, ama desconsolada,compadécete del dolor de tu adorada reina! PENÉLOPE
¿No cambiará mi suerte?¿Cambió tal vez Fortunala voluble rueda de Destino?Y con sus velas hinchadas,que a cada humano traencaprichosamente alivio, ¿tan sólo para mí no recogerán un poco de brisa?Sin embargo, para otros, el aspecto del cielo cambiay las estrellas se desplazan o permanecen fijas.¡Vuelve, vuelve, Ulises! ¡Ay, vuelve Ulises!Penélope te espera.La inocente suspira,la ofendida lloray contra el tenaz ofensorni siquiera protesta.Defiendo tu alma agitadapara que no sea aplastadapor el peso de la crueldad.Acuso al culpable de mis males,inculpo a la Suerte. Así, para defenderte,no dudaré en luchar contra el Destino y el Cielo.¡Vuelve, vuelve, ay, vuelve Ulises! ERICLEA
Sobre un viaje sin retorno no pueden influir los astros.¡No debió partir, ay, no debió partir! PENÉLOPE
Vuelve la tranquilidad al mar,regresa Céfiro al prado,Aurora acoge los rayos del soly nace el día que la noche había expulsado.Vuelve la escarcha a los campos,regresan las piedras al seno de la tierray los sinuosos arroyoscaminan hacia el océano.El hombre, aquí y allí, lejos de sus orígenes divinos,posee un alma celestedentro de un cuerpo frágil.Cuando el hombre muere,tras su breve existencia,el alma regresa al cieloy el cuerpo al polvo.¡Tan sólo tú olvidastela fecha del regreso!¡Vuelve, pues mientras prolongasmis sufrimientos,veo acercarse la hora de mi muerte!¡Vuelve, vuelve, ay, vuelve Ulises!
Di misera regina- Il ritorno d´Ulises in patria- Claudio Monteverdi. Penélope: Kathleen Kuhlmann. Impresionante, grande, muy grande.
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