Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

viernes, 2 de marzo de 2012

Max Weber y la música occidental


Max Weber (1864-1920)

En la introducción a la Ética protestante y el espíritu del capitalismo, Max Weber muestra con razón argumentos que hacen que la música occidental sea, al fin y al cabo, la cima de toda la música creada por la humanidad. Como buen científico social, Weber parte de hechos concretos, de observaciones recogidas por los etnógrafos de su época, para evidenciar la clara superioridad de la música de occidente. Y aquí no hay que caer en relativismos: la gran música humana es la la occidental. De este modo escribe Max Weber: Aparentemente, el oído musical estuvo quizás más finamente desarrollado en otros pueblos que en el nuestro de la actualidad. En todo caso, no fue menos sensible. La polifonía estuvo muy extendida por toda la tierra. Es posible encontrar la cooperación de varios instrumentos y la división en compases en otras partes. Todos nuestros intervalos tónicos racionales se conocieron y se calcularon también en otros lados. Pero una música racionalmente armónica — tanto el contrapunto como la armonía de acordes — la construcción del material sonoro sobre la base de los tres tritonos y la tercera armónica; nuestra cromática y nuestra armonización, entendidas desde el Renacimiento no en cuanto a distancias sino armónicamente y en forma racional; la orquesta actual con su correspondiente cuarteto de cuerdas como núcleo y su organización del conjunto de instrumentos de viento; el bajo básico; el pentagrama (que hace posible en absoluto tanto la composición y la ejercitación de las obras musicales modernas como su conservación a través del tiempo); las sonatas, sinfonías y óperas — a pesar de que siempre hubo música programática y matizados, alteración de tonos y cromáticas como medios de expresión en las más diversas músicas — y por último, como medios para todo lo anterior, nuestros instrumentos fundamentales: el órgano, el piano, el violín — todo esto sólo ha existido en Occidente. 

Quizás para muchos estas observaciones son una manifestación de un eurocentrismo exacerbado. No lo pienso. Creo que sólo es una constatación. Gracias a las características muy bien descritas por Weber, podemos advertir que la música de occidente es la única que puede construirse como un sistema de estructuras abiertas, donde la innovación racional se constituye al modo de una ciencia: ensayo y error. Y partir de esta descripción, sabemos que es un tipo de música que eventualmente dejó de ser parte del culto religioso o político, hasta hacerse de un modo autónomo. Música por la música y, por eso mismo, abierta a una infinidad de interpretaciones. La diversidad y la complejidad de la música occidental hace que ésta sea universal, patrimonio de todos los pueblos. 

Contrapunto del VIII al XIII del Arte de la Fuga BWV 1080 de J. S. Bach. La cima de toda la música de occidente. "Donde las alturas son temerarias y el aire escasea" ( Lang)

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