Hay un poco de magia en todas las cosas
y una pérdida para compensarlo todo
Lou Reed
Magic and Loss 1991
Se fue hace treinta años, a los 42. Tenía 28 cuando la máldita esclerosis múltiple la confinó a la silla de ruedas. Nunca más la humanidad la volvió a oir. El silencio fue definitivo el 19 de octubre de 1987. Leo sobre ella. Miro una y otra vez el DVD que la EMI editó hace algún tiempo. Ya lo había dicho alguien, desde aquel infausto 1973, nuestra vida empezó a ser más pobre. Es un escándalo que belleza y bondad (Kalonagathia) mueran pronto, encarnadas en este ser que habitó entre nosotros. ¿Qué me queda de Jacqueline? Las sonatas de Beethoven y de Brahms que grabó junto a Baremboin y el sobrenatural concierto para violonchelo de Elgar (versión inigualada). Pero sobre todo me queda su sonrisa, la fiesta que construía a su alrededor con sólo verla.
Escucho a Perlman, Baremboin, Zuckerman, Mehta. Ahora todos pasan la sesentena. Hablan con emoción de su querida "Jacky", como si el nombrarla la traería de nuevo entre nosotros. Es fantasmal observarla en las imágenes en blanco y negro...Me lacera verla, me da cólera, me entristece, me alegra. Todos los sentimientos se entrecruzan: es la unión del dolor y de la luz.
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