Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Esas idiotas romanzas o la balada como tortura


Si alguien quisiera hacerme mucho daño, podría hacer lo siguiente: encerrarme en una habitación sin ventilación y obligarme  a escuchar baladas en castellano durante interminables horas. No importa de qué década sean las baladas, casi todas ellas (si no son todas) me han generado siempre un sentimiento de angustia, de desesperación. No porque me conmuevan su belleza. Por el contrario, me angustian por su insufrible fealdad. Y en caso extremo, la bruttezza de la balada es torturante, más aun si estamos condenados a oírla a diario por doquier. 

No se que ocurre últimamente, pero no hay taxista que se libere de este acto torturador. Algunos optan por las viejas baladas hispanas de los años sesenta, setentas e inicios de los ochentas. Que son consideradas, no se a mérito de qué, las mejores o las "más profundas". Otros prefieren las baladas que se nutren del pop rock y que se han generalizado en los últimas dos décadas. Sin embargo, más allá de cuestiones generacionales, las preferencias por las baladas se expanden a pasos agigantados nuevamente. Hay razones evidentes. El descomunal tráfico y la agresividad de muchos conductores, hace que la mayoría de taxistas busquen o programen en sus autos las cursis  melodías que contrarresten el barullo citadino. Música que calma por su tiempo. 

Pero claro está que el problema no es el tiempo. La tortura proviene de los arreglos y, sin duda, de las letras de las canciones. Y no se trata de un tema de levedad o profundidad. Sino de una cuestión estética. Las letras son realmente terribles. 

Quiero compartir algunas de las baladas más idiotas y feas que he oído en mi vida. No es un lista, sólo se trata de una muestra personal de antigustos. 

1. Insoprtablemente bella (1980)  Enmanuel. Aquí hay el coro memorable: "Bella, bella, /insoportablemente bella bella.../ Bella, bella,/ inaguantablemente bella bella/ Bella, bella,/insoportablemente bella bella,/ bella, bella" . Imaginemos aquello de "inaguantablemente bella". Realmente terrible. 



2. Corazón de poeta (1981) Jeanette. Esta canción posee una de los inicios más insólitos de la balada castellana, donde los sinsentidos abundan en grado mayor: "Tiene la expresión de una flor, la voz de un pájaro,/ Y el alma como luna llena, de un mes de Abril,/ Tienen sus palabras calor, y frío de invierno,/ Su piel es dura como el árbol, que azota el viento". A ver si Vallejo, Eliot o Paz tenían la "voz de un pájaro"



3. Prometimos no llorar (1972) Palito Ortega. Una de las canciones más divertidas de la balada y, por ello, más feas y edulcoradas canciones de la historia. Una joya del mal gusto: "No, lo nuestro es una costumbre; y el amor es otra cosa./ Ahora me voy, es lo mejor para los dos, te deseo mucha suerte que seas muy felìz, adiós.../ Te quiero, te quiero/ Adiós...". Con llantos, lágrimas y toda la estética de la bruttezza a su límite. 




4. Dueño de nada (1980) José Luis Rodriguez. Un momento memorable del famoso "Puma": No soy yo/ ese a quien tu le/ dices mi dueño;/ yo soy solo un perro/ que tus haces saltar. Qué impresionante:  "perro que haces saltar". 



5. El cariño es como una flor (1990) Rudy La Scala. No recuerdo experiencia más jocosa que esta canción. Y al mismo tiempo, mayor expresión de mal gusto. "El cariño es como una flor  / Que no se puede descuidar  /Porque siempre hay alguien que espera poderla llevar  / El cariño es como una flor  /Que no se puede descuidar  / Porque siempre hay alguien que espera poderla arrancar". Y con el tono de voz de este cantante, arcadas garantizadas. 

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