Escuchar la hermosa versión de la sonata número 2 para piano y violoncelo de Brahms. En el piano Rudolf Serkin, en el violoncello Mitislav Rostropovich. Suspirar por tanta belleza, guardar silencio y resignarse a que los genios mueren. Me queda el recuerdo de las únicas veces que oí esta versión, en casa de un amigo, hace tantos años. Hoy murió Rostropovich.
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