Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

sábado, 27 de noviembre de 2021

"Me he retirado del mundo", la utopía íntima de Mahler

Este es uno de los anhelos más solicitados por muchos: dejar las vanidades del mundo, sus cuitas, su nimiedades y pasar los últimos años lejos de todo. Sin dudas, si el mismo Mahler optó por este poema de Friedrich Ruckert (1766-1866), es por qué él mismo sentía la necesidad de "retirarse del mundo". Cuestión paradójica si tomamos en cuenta que Mahler, hacia 1901, iniciaba su camino hacia la mayor de las famas. Sin embargo, a Mahler la dirección le quitaba tiempo. Y siempre parecerá extraño que a uno de los más aclamados directores de la historia, sufría en secreto el serlo. Pues Mahler se asumía fundamentalmente como compositor, aprovechando sus vacaciones veraniegas para dedicarse a ello.

No hay palabras suficientes para ponderar la belleza de este lieder, el favorito de muchos de los melómanos de este planeta. Aquí hay anhelos que tantos compartimos y que, a determinada edad, deseamos tocar con las manos. La utopía personal, el cielo de la soledad anhelada para esperar serenamente el fin. 

Me he retirado del mundo

en el que malgasté mucho tiempo,
hace tanto que no se habla de mí
¡Que muy bien pueden creer que he muerto!

Y muy poco me importa
que me crean muerto;
no puedo decir nada en contra
pues seguramente estoy muerto para el mundo.

¡Estoy muerto para el bullicioso mundo
y reposo en un lugar tranquilo!
¡Vivo solo en mi cielo,
en mi amor, en mi canción!

domingo, 3 de octubre de 2021

Francesca Caccini: 380 años de su fallecimiento

 


Este año se conmemora trecientos ochenta años del fallecimiento de la gran Francesca Caccini (1587-1641), uno de los mayores  compositores del barroco temprano. La Caccini, no sólo fue una dotada música. También fue una notable poeta. Basta escuchar "il primo libro delle musiche" (1618) para obtener una experiencia completa de poesía y música de primer nivel. O descubrir sus dotes como compositora de operas con la "Liberazione di Ruggiero dalla ´isola Alcina". 

Esta tarde estoy escuchando "El primer libro de la música". Y redescubro la enorme capacidad de los primeros barrocos para explorar sobre sus abismos interiores. Un ejemplo soberbio es "Lasciatemi qui solo". 





"La Bella" de La Palma, circa 1520.  La cultura actual asume falsamente esa obra como un retrato de Francesca Caccini


domingo, 29 de agosto de 2021

Cesar Franck ( 1822-2022): a un año de su bicentenario. Una lista de sus obras esenciales


El próximo año, se cumple doscientos años del nacimiento del mayor músico nacido en Bélgica y naturalizado francés: Cesar Franck (1822-1890). En ese sentido, y ponderando la obra de este ilustre compositor, mostramos una lista de sus obras que creemos fundamentales y que nos introducen a su poderoso universo creador. Esta es sólo una aproximación muy general y personal: 

1. Sonata para piano y violín en la mayor- 1886

2. Quinteto para piano, dos violines, viola y violonchelo en fa menor- 1878

3. Trio para piano, violín y violonchelo número 1 en fa sostenido menor- 1840

4. Variaciones sinfónicas para piano y orquesta- 1885

5. Preludio, coral  y fuga en si menor para piano- 1884

6. Sinfonía en re menor- 1888

7. Psique : Poema sinfónico- 1887

8. Preludio,fuga y variación para órgano- 1862

9. Misa a tres voces en la mayor- 1860/1872

10. Cuarteto para cuerdas en re mayor- 1890
 

viernes, 27 de agosto de 2021

El movimiento y el sueño: obra de arte mayor de Romualdo y de Garrido Lecca

 

Este año se conmemoran cincuenta años de la publicación de “El movimiento y el sueño” de Alejandro Romualdo, que fue transformado en oratorio sinfónico por el compositor Celso Garrido Lecca. La colaboración entre ambos artistas peruanos, nos brindó una obra que podría ser una de las cumbres del repertorio contemporáneo.


Alejandro Romualdo (1926-2008), inició su camino literario más experimental una vez que tomó la decisión de superar el coloquialismo castizo de “Edición Extraordinaria” (1959), optando por la innovación formal en “Como Dios manda” (1967). Luego, siguiendo esa línea, empezó a darle cuerpo a “El Movimiento y el Sueño” (1971), centrándose en la disposición espacial de la escritura, explorada germinalmente en su obra anterior. Todo ello, en un juego de contrapuntos discursivos aleatorios, al modo musical “estocástico”, como lo había concebido el arquitecto y compositor griego, Iannis Xenakis (1922- 2001). Romualdo admiraba a Xenakis. En Paris, había escuchado a Pierre Boulez dirigir las obras más célebres de Xenakis: “Metástasis” y “Pithoprakta”. Y quedó marcado con las posibilidades estocásticas.

No sabemos en qué momento, Celso Garrido Lecca (N. 1927), se conoció con Romualdo. El músico piurano había compuesto, por aquellos años, piezas centrales de su repertorio como “Intihuatana” y “Estudio N. 1”.  Y parece claro que ambos estaban conversando, abiertamente, sobre el proyecto de transformar “El Movimiento y el Sueño” en un oratorio secular de grandes dimensiones, donde lo humano - terrestre y celeste- se articula desde el “polvo lunar y el polvo terráqueo”. Nuestra especie ha conquistado al espacio. Los nuevos trabajadores, astronautas y cosmonautas, ven a la tierra, cosmopolita, resplandecer a lo distancia. Pero, ahí abajo, reina la necesidad y sus manifestaciones. Romualdo y Garrido Lecca no ocultan su filiación ideológica de aquellos años. Al fin y al cabo, las grandes obras de arte tienen pretensiones utópicas. “Han sido creadas, con la mirada en lo alto del cielo/ y el libro de la sabiduría en la mano”Como escribió Romualdo en “La extensión de la palabra” (1974). Ernesto Guevara y Neil Angstrom son el movimiento de distintos sueños.

La versión sinfónico- coral de “El movimiento y el Sueño”, fue estrenada en 1972. Con el mismo Romualdo leyendo el poema en el Teatro Municipal. Luego, tras volver a Chile, Garrido Lecca desechó la partitura original, volviéndola a reescribir en 1983. La versión de 1983 ganó el Premio de Composición de Popular y Porvenir de aquel año. Pero, por miedos ideológicos, no se grabó ni se volvió a interpretar. Hasta que, en el 2016, la Orquesta Sinfónica Nacional, junto al Coro Nacional, reestrenó y logró, finalmente, una grabación digna, intensa y poderosa, gracias a la dirección del maestro Fernando Valcárcel y a la lectura poética de Luis Peirano y Alberto Isola.

Celso Garrido Lecca ha dicho que esta obra es su mayor composición musical. Y, el mismo Romualdo, confesó que el largo poema fue, acaso, su mayor esfuerzo creativo. Al extremo que, después del siguiente libro, “En la extensión de la palabra” (1974), Romualdo no publicó nada más hasta el sorprendente “Ni pan ni circo” de 2006. Es que los grandes esfuerzos de innovación estética requieren un grado de conocimiento que no es fácil de dominar.  

“El movimiento y el Sueño”, es una gran colaboración entre poesía y música. Sigue la importante tradición de reuniones artísticas como la que Beethoven desarrolló con “Una oda a la alegría” de Schiller; Mahler con “Luz prístina” de Klopstock o el “Himno de la noche” de Nietzsche o Shostakovich musicalizando a García Lorca y a Rilke. Pero no solo es una feliz reunión. Lo logrado por Garrido Lecca, inspirado por Romualdo, puede estar al nivel de grandes obras de la segunda mitad del siglo XX, como el “Réquiem” (1965) de Ligeti, “Répons” (1981) de Boulez, “Sinfonía para 8 voces amplificadas” (1969) de Berio, “El mito de Er” (1977) de Iannis Xenakis o “Tabula Rasa” (1977) de Arvo Pärt. 

 Como obra integral, “El movimiento y el Sueño”, es uno de los hitos notables de la cultura peruana. Pues es producto de nuestra propia evolución artística, en diálogo simétrico con la modernidad y sin complejos de inferioridad. Romualdo y Garrido Lecca hablan de “tú a tú” con occidente, dando lecciones de real maestría. No es de extrañarnos. Pues nuestra cultura tiene la ventaja de tener un pie en el mundo, como decía César Vallejo: “Perú al pie del orbe; ¡yo me adhiero!”.


martes, 27 de abril de 2021

Beethoven versiona a Mozart: Variaciones sobre 'Là ci darem la mano', WoO 28


Los dos maestros se conocieron brevemente, pero nunca entablaron amistad. Y, como era común en esa época, Beethoven realizó una serie de variaciones sobre la célebre aria de Don Giovanni. El resultado es una encantadora serenata sobre una melodía preciosa y única del genio de Salzburgo. Composición de 1795, cuando Beethoven se hacía de un lugar en la mítica Viena. 

Variaciones sobre  'Là ci darem la mano', WoO 28, para dos oboes y corno. Y a continuación, la hermosa aria del Don Giovanni, de Mozart.

viernes, 26 de marzo de 2021

La vida a través de Mahler

La vida a través de Mahler 

Articulo aparecido en: https://rpp.pe/columnistas/ricardoleninalfredofallacarrillo/la-vida-a-traves-de-mahler-noticia-1327338

Por razones públicas y sanitarias que hoy observamos por doquier, algunos caen en abismos insospechados. Otros, desarrollan maneras de resistencia interior para sobrellevar este tiempo de durezas extremas. Este artículo está escrito en clave personal, como una forma resistencia ante todo lo vivido.
Conocí la obra de Gustav Mahler (1860-1911), cuando aún era un joven estudiante universitario. Mientras estudiaba desde algún texto, escuché en la radio la primera sinfonía, “Titán”, del gran compositor austriaco. Al día siguiente, fui a la biblioteca y busqué toda la información posible sobre Mahler, anotando, detalladamente, cada una de sus obras con el deseo de poder hallarlas luego. Poco tiempo después, en un cine club limeño, vi “Muerte en Venecia”, de Luchino Visconti, hermosa película basada en la obra homónima de Thomas Mann. A lo largo de todo el film, se podía escuchar, de manera omnipresente, el célebre “adagietto” de la quinta sinfonía de Mahler. Pocas veces la unión entre argumento, imagen y sonido alcanzó un nivel de perfección tan logrado.

Al tiempo, empecé a adquirir todas las grabaciones que pude de Mahler. Disciplinadamente, me propuse ingresar a la totalidad del universo musical mahleriano, convencido de que en su discurso sonoro había algo bastante más que hermosa música y que, más bien, se trataba de una visión completa del mundo y de la condición humana. Con los años, esta intuición de comprobó cuando conocí su segunda sinfonía, “Resurrección”, y la impresionante tercera sinfonía, que incluía una hermosa musicalización del “Canto de la medianoche” de Nietzsche. Por mucho tiempo, asumí ambas obras como la concreción de mis propias expectativas vitales y espirituales. Cómo no asumir una visión afirmativa de la existencia, cuando un mar de voces, en el movimiento final de la “Resurrección”, exclama: “Resucitarás, si, resucitarás corazón, vivirás para no morir”. O, en la tercera sinfonía, con una profundidad sobrecogedora, la contralto nos dice a partir del texto nietzscheano: “el mundo es profundo, más profundo de lo que el día pensó”.

El interés por la obra de Mahler me llevó estudiar, con detalle, el “Canto de la Tierra”, la octava sinfonía (“la sinfonía de los mil”) y la suma perfección de su obra, la novena sinfonía, que, a diferencia de la de Beethoven, se extingue, lentamente, en la nada. Esta pasión consciente, me llevó a adquirir, poco a poco, la obra integral de Mahler, con diferentes versiones. También, a tener una bibliografía selecta sobre el compositor austriaco, que me ha permitido adentrarme en el universo mahleriano. Todo esto, me condujo a escribir un ensayo sobre Mahler, uno de los que más quiero y que fue publicado hace un tiempo en otro país.


lunes, 18 de enero de 2021

El poder de Ginastera en su cuarteto número 2




Alberto Ginastera (1916-1983), fue uno de los compositores de América Latina más importantes del siglo XX. Y, probablemente, uno de los más universales. He ido conociendo su obra poco a poco y, entre sus composiciones, me llama poderosamente la atención su cuarteto para cuerdas número 2. Sobre el mismo, Kai Christiansen, dice lo siguiente: 

"Ginastera completó su Cuarteto de cuerda No. 2, Op. 26 en 1958 por encargo de la Fundación Elizabeth Sprague Coolidge. Fue estrenado por el Juilliard String Quartet en el primer Festival Interamericano de Música en Washington DC el mismo año y fue considerado un gran éxito. Ginastera revisó el cuarteto una década después en 1968. Este cuarteto representa su tercera fase del neoexpresionismo donde predominan técnicas ferozmente modernas y un brío rítmico que aún encuentra sus raíces esenciales en la danza argentina. Ginastera admiraba mucho los seis cuartetos de cuerda de Bartók y su influencia es fuerte en este cuarteto que a veces se ha llamado "el séptimo de Bartók". Al igual que con los cuartetos cuarto y quinto de Bartók, Ginastera usa una forma de "arco" de cinco movimientos con simetrías de tempo y estado de ánimo entre el primero y el último, el segundo y el cuarto, y un scherzo clave central repleto de técnicas de ejecución avanzadas que él llama significativamente "Presto mágico". Las otras marcas de movimiento sugieren un cuarteto de poderosa expresión y carácter que incluye "rustico", "angoscioso" (anquilosado), "Libero e rapsodico" y, para el final erizado, "furioso". Compleja, inmensamente difícil de interpretar y vívidamente afectiva, se trata de una inconfundible obra maestra moderna para cuarteto de cuerdas, producto de una mente artística verdaderamente original. (angustiado), "Libero e rapsodico" y, para el final erizado, "furioso". Compleja, inmensamente difícil de interpretar y vívidamente afectiva, se trata de una inconfundible obra maestra moderna para cuarteto de cuerdas, producto de una mente artística verdaderamente original. (angustiado), "Libero e rapsodico" y, para el final erizado, "furioso". Compleja, inmensamente difícil de interpretar y vívidamente afectiva, se trata de una inconfundible obra maestra moderna para cuarteto de cuerdas, producto de una mente artística verdaderamente original. 

Fuente: https://www.earsense.org/chamber-music/Alberto-Ginastera-String-Quartet-No-2-Op-26/