Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

domingo, 15 de abril de 2007

Este atardecer: el violoncello y Mendelssohn


Sonata en do mayor para piano y violoncello Op 58 de Felix Mendelssohn. Grabación de 1967 que oigo por Internet. La versión es impresionante. Después del Molto allegro e vivace el silencio se apordera de la banda ancha y el presentador, en tortuoso castizo, al fin menciona a los interpretes: Jequeline du Pre y Daniel Barenboim. Eran pereja y ella murió muy joven. Como cuenta Barenboin en su Autobiografía, la muerte de Jaqueline du Pres fue lo peor que le pudo ocurrir. No era para menos. Además de esposos, ambos eran músicos y cómplices de extraordinarias aventuras artísticas. Una de las mejores cellistas del último siglo junto a uno de mayores pianistas de las últimas décadas.

La versión en cuestión es total. La delicada y recatada pieza de Mendelssohn se transforma en un combate entre el violoncello y el piano. Puede ser la versión más romántica de esta hermosa sonata. Y es curioso, Mendelssohn aun cuando fue el más clásico de los románticos, suena en esta interpretación como un romántico de primer orden. !Qué poder tiene la interpretación! Es capaz de modificar la percepción habitual que se tiene de un compositor y nos puede evidenciar otras tensiones y facetas.

Cielo e interpretación poderosa en esta tarde desgajada por obra del sol. Crepusculares colores que siguen las líneas melódicas de un Mendelssohn exorcizado por Du pres y Barenboin. Cielo rojo y naranja, viseral sonido que ambos planean desde ese espacio mágico que es el de la interpretación creadora.

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