El sonido del mar antes del fin de la madrugada, que llega hasta nosotros, se disipa al entrar el alba. Mientras, miro mi parte de ciudad cotejando en todas las visiones previas qué metáfora sirve para plasmar esta impresión . El silencio casi absoluto induce a creer que cierta eternidad se puede vislumbrar en la aparente quietud de los fenómenos. Ventanas al cielo. Lo divino que se manifiesta en la ausencia. ¿Para qué bajar a la historia si en la ahistoricidad se llega a presentir todo esto? No hay deseo. Anulación del ansia. Alma que se despliega por lo aparente y se intruduce en todo, descubriendo algo que con palabras es inutil decir. ¿Libertad? ¿Será esa la libertad?
Nuages gris (1881)- Franz Liszt. K. Zimerman
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