Escribe Jacques Maritain: " Una suerte de movimiento musical, de canto no formulado, sin palabra alguna, sin sonido alguno, canto absolutamente inaudible al oído y sólo audible al corazón, he aquí el primer signo por el cual se reconoce la presencia de la experiencia poética en el interior del alma" (La poesía y el arte).
Me quedo pensando en aquello de "canto absolutamente inaudible al oído y sólo audible al corazón". ¿ Música del silencio, desde el silencio?. ¿El silencio y la conciencia de la temporalidad que fluye?
Escribe Daniel Baremboin: "En otras palabras, el silencio puede ser más alto que el máximo volumen y más suave que el mínimo. El silencio absoluto, desde luego, existe también dentro de la composición. Se trata de una muerte temporal, seguida de la capacidad de revivir, de empezar la vida de nuevo. De este modo, la música es más que un espejo de la vida; esta enriquecida por la dimensión metafísica del sonido, que le da posibilidad de trascender las limitaciones físicas del ser humano. En el mundo del sonido, ni siquiera la muerte es necesariamente definitiva." (El sonido es vida. El poder de la música).
Fluye el tiempo y el alma recorre esa temporalidad en silencio. Ausencia que nos induce a la experiencia poética de la música. Sin esa condición es difícil acceder a un grado superior de la aprenhesión estética de la música.
Y el Maestro Eckhart concluye: "Pero el hombre conoce en un ahora del tiempo. Lo más bajo de todo es el ahora del tiempo. Si haces desaparecer el ahora del tiempo, entonces estás en todas partes y tienes todo el tiempo" ( Sermón 77. Ecce mitto angelum meum).
No hay comentarios:
Publicar un comentario