Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Lear de Reimann

Fue en el DVD The Art of Dietrich Fisher- Dieskau que descubrí Lear, una impresionante opera de Aribert Reimann (1936) basada en el drama de Shakespeare y estrenada en 1978. Con claridad recuerdo el aria Blast, winde, impresionante tanto por la música como por la interpretación del gran barítono alemán. Texto y música se unen de un modo convincente e estremecedor. Fisher- Dieskau logra transmitir la perturbación y dosolación del rey Lear. Un rosario de maldiciones elevadas al límite. La calidad de la actuación se entiende por el nivel de compromiso que Fisher- Dieskau tuvo con el personaje, además por la amistad que le unió con Reimann. Se sabe que fue el barítono quien le sugirió a Reimann la composición de la opera basada en la obra de Shakespeare. La versión fonográfica y fílmica es de 1982. Una verdadero monumento del drama contemporáneo.

Blast Winde- Lear- Aribert Reimann. Canta: Dietrich Fisher- Dieskau




¡Soplad, vientos, y rajaos las mejillas!
¡Rugid, bramad! ¡Romped, turbiones y diluvios,
hasta anegar las torres y hundir las veletas!
¡Fuegos sulfúreos, raudos como el pensamiento,
heraldos del rayo que parte los robles,
quemadme las canas! Y tú, trueno estremecedor,
¡aplasta la espesa redondez de la tierra,
rompe los moldes de la naturaleza y mata
la semilla que produce al hombre ingrato!...


¡Retumbe tu vientre! ¡Escupe, fuego; revienta, nube!
Ni lluvia, viento, trueno, ni rayo son mis hijas.
De ingratitud no os acuso, elementos:
yo nunca os di un reino, jamás os llamé hijos.
No me debéis obediencia, así que arrojad
vuestro horrendo placer. Aquí está vuestro esclavo,
un pobre anciano, mísero, débil, despreciado.
Y, sin embargo, os llamo aliados serviles
que, unidos a mis dos hijas perversas,
desde el cielo lanzáis vuestras legiones
sobre cabeza tan blanca, tan vieja. ¡Ah, infamia!

2 comentarios:

Alex dijo...

Impresionante - Gracias por postearlo
Alex

Anónimo dijo...

ciertamente¡¡¡¡