La sinfonía de Haydn puebla y abarca todos los confines de esta mañana de incomprensible primavera. Sencilla y esencial como toda máquina clásica. El peso de la ilustración es evidente. Como también su innegable cosmopolitismo. La sinfonía 101 "El Reloj" es parte de las llamadas "obras Salomon", pues fue auspiciada por el célebre empresario musical Joseph Peter Salomon, durante la larga estadía de Haydn en Londres. Ya para este momento, "papa Haydn" (así le decía Mozart), posee el dominio absoluto de la forma sinfónica de la que él fue su fundador y primer gran forjador. A Beethoven le encantaba esta obra. Y Schubert la veía como el primer peldaño de una experiencia noble: la sinfonía clásica, incluso en su lado "romántico".
Los movimientos de la 101 son: Adagio- Presto, Andante, Menuetto: Allegretto y Vivace. Ese adagio inicial tan misterioso del primer movimiento y el salto al presto, logrado con equilibrio notable. Nuevas luces que le permitirán a Beethoven avanzar con pies firmes hacia sus monstruosos crescendos/ decrescendos. Ah, el Andante, de construcción sutil, esplendorosa y pendular. Metáfora sonora del devenir del tiempo materializado en el vaivén del reloj. ¡Qué gran momento de la historia de la sinfonía! Las adelantadas reexposiciones del Menuetto: Allegretto, entre la tragedia y la comedia. Y llegamos al Vivace, felizmente violento, donde la fuerza se justifica como una saludable voluntad de dominio. Pero no de dominio vulgar, sino de control centrado: estar el quicio. Toda una lección de moral superior.
Sinfonía 101 "El Reloj" en re mayor. Historicista versión de Roger Norrington.
Sinfonía 101 "El Reloj" en re mayor. Historicista versión de Roger Norrington.
Adagio-Presto. Sinfonía 101 "El Reloj". Joseph Haydn
Andante. Sinfonía 101 "El reloj" . Joseph Haydn
Menuetto: Allegretto. Sinfonía 101 "El Reloj" Joseph Haydn
Vivace. Sinfonía 101 "El Reloj". Joseph Haydn
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