Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

lunes, 25 de octubre de 2010

Requiem Alemán: Pensar la muerte en la era secular












"Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno" - exclama al final el personaje  Otto Dietrich zur Linde, soldado nazi, en el célebre relato de Borges Deutsches Requiem incluido en El Aleph. La razón cultural por la que Borges eligió el título de su cuento a partir de la obra de Brahms se puede entender por las características especiales del Requiem Alemán, una composición religiosa que no hace alusión directa al tema religioso. Incluso algunos suelen llamarlo de modo ingenioso "el réquiem ateo". Afirmación temeraria pues se parte de una visión superficial de lo religioso. La fe cristiana no sólo se alimenta de una tradición inamovible, también puede nutrirse de elementos de una cultura, la cultura humana, que se halla en constante mutación. La secularización fue y es un hecho real. Y los cristianos sabemos que es algo ineludible. Lo interesante es saber cómo hablar de Dios y creer en Dios desde la experiencia de la "muerte de dios". Pensar en el "viernes santo" desde un mundo transformado por la ciencia, la tecnología, los sistemas políticos y económicos abiertamente instrumentales. 

ERéquiem Alemán no se basa en el texto de la misa católica de difuntos. Más bien parte de una selección realizada por el mismo Brahms de la biblia traducida por Lutero. Por ello, más que una misa de difuntos es una reflexión sobre la condición de la muerte en una cultura que empieza a desenrizarse de la cristiandad milenaria y trata de comprender el misterio de la muerte apoyada en la palabra, palabra en movimiento que es reinterpretada por las nuevas generaciones de humanos. En ese sentido, el Réquiem Alemán es una obra progresista, en la medida que entiende que los misterios de la contingencia humana pueden ser observados más allá de la oficialidad litúrgica. Fe cantada en la era secular para hombres y mujeres que habitan el mundo después de la cristiandad. La fe coral en el entorno postmetafísico. 


Presento una selección del Réquiem Alemán en versión de Karajan con la Filarmónica de Viena. Un clásico de interpretación. Es interesante mostrar los textos bíblicos que sirvieron de base a esta hermosa obra de Brahms. Percibir de qué modo se puede afrontar la experiencia límite de la muerte desde una perspectiva apoyada en la palabra abierta a la aventura de la metáfora. Demás está recordar que el Réquiem de Brahms se encuentra dividido en siete partes: 

I. Coro: "Selig sind, die da Leid tragen“

Bienaventurados los que padecen,
pues ellos serán consolados.
(Mateo 5.4)

Los que siembran con lágrimas,
recogerán con alegría.
Se han ido y lloran,
y portan la noble simiente,
y retornan con júbilo,
y traen sus gavillas.
(Salmo 125, 5 y 6)








II. Coro: Denn alles Fleisch, es ist wie Gras

Entonces toda la carne,
es como la hierba
y todo el esplendor del hombre
es como la flor de los prados.
La hierba está seca
y la flor está marchita.
(Primera epístola de S. Pedro 1, 24)

Así, amados hermanos, sed pacientes
y esperad la venida del Señor.
Mirad al campesino que aguarda
el fruto precioso de la tierra
y espera paciente
la llegada de la lluvia
del otoño y la primavera.
Así, sed pacientes.
(Epístola de Santiago 5, 7)

Entonces toda la carne,
es como la hierba
y todo el esplendor del hombre
es como la flor de los prados.
La hierba está seca
y la flor está marchita.
Pero la palabra del Señor
perdura eternamente.
(Primera epístola S. Pedro 1,24,25)

Los que han de ser salvados
por el Señor retornarán
y vendrán jubilosos hacia Sión;
La alegría, la alegría eterna,
reinará sobre ellos.
La alegría y el gozo
se apoderarán de ellos,
y el dolor y el llanto
desaparecerán.
(Isaias 35, 10)





V. Soprano: Ihr habt nun Traurigkeit


Ahora estáis afligidos;
Pero yo os volveré a ver,
vuestro corazón se regocijará
y nada podrá privaros
de vuestro gozo.
(San Juan 16, 22-23a)


Os consolaré,
como una madre consuela a su hijo.
(Isaias 66, 13)


Mírame:
Qué escaso tiempo de fatigas
y trabajos he vivido
y he hallado un gran consuelo.
(Siracide o Eclesiástico 51, 27


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