De Bach se puede esperar todo. Nada es nimio, nada sobra. Con Bach la cercanía de la gloria esta siempre presente. Basta con ojear el cualquier partitura, escuchar cualquier obra suya para darnos cuenta que lo glorioso es hoy. Bach abre una puerta al cielo, quizás la más grande creada por un ser humano. Bach también es un camino, una ruta por donde el alma, liberada del amanecer crepuscular, puede vislumbrar el reino de la libertad unido a los tres trascendentales. Bach es una forma de vida, oculta en el obraje pulcro para alegrarle la vida al prójimo y alabar a la mayor gloria: la Santísima Trinidad.
Lo que hoy es glorioso es el Concierto para tres claves, violines y continuo BWV 1063. Tres movimientos encierran la coronación final del ejercicio concertante. Allegro, Alla Siciliana y Allegro. Nada esta lejos del dominio del maestro. Sólo nos queda oír y contemplar la belleza del contrapunto casi en el éxtasis de lo perfecto y sorprendernos, una vez más, de qué modo un ser humano pudo llegar a esas alturas.
Concierto para tres claves, violines y continuo BWV 1063. Movimientos: Allegro, Alla siciliana y Allegro.
2 comentarios:
Como la Gloria de Balthasar!!!
Así es amigo, "Gloria" la obra cumbre del gran teólogo Von Balthasar está siempre dándole luces.
Abrazos
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