La ofrenda más célebre de Brahms fue dedicada al pequeño Hans, hijo recién nacido de su amiga Bertha Faber, un antiguo amor que nunca llegó a establecerse plenamente. Ambos se conocieron cuando ella, una mezzosoprano, dirigía el Coro de Mujeres de Hamburgo. Con los años, el amor juvenil se transformó en amistad profunda, al extremo que Arthur Faber - esposo de Bertha- fue quien asistió al maestro en la última noche, antes de su muerte.
La canción de cuna o Wiegenlied, fue compuesta en 1868, sobre un texto de la tradición popular del género de "nanas" (canciones de cuna) llamado: Des Knaben Wunderhorn. El primer verso de este poema dice: Guten Abend, gute Nacht, mit Rosen bedacht, traducido a: Buenas noches, buena noche, adornada de rosas. Tomando en cuenta todo el amor que se evidencia en la obra más conocida de Brahms, por qué no pensar que el maestro hizo este Wiegenlied para el pequeñito que se encarnó en el devenir del universo. El poema con los errores del caso, es el siguiente:
Buenas noches, buena noche, adornada de rosas,
Envuelta en claveles…
un deslizamiento por el marco de la ventana.
Temprano mañana, si Dios quiere, que se despierte una vez más.
Temprano mañana, si Dios quiere, que se despierte una vez más.
Buenas noches, buena noche. Guardado por lo angélico,
¿Quién le muestra su sueño a ese niño del árbol?
Dormir en paz y dulcemente, ver el paraíso en sus sueños.
Dormir en paz y dulcemente, ver el paraíso en sus sueños.
Wiegenlied: Guten Abend, gute Nacht, Op. 49, No. 4. Johannes Brahms. Canta la enorme mezzosoprano alemana Christa Ludwig.
2 comentarios:
hermosa entrada, que obra mas relajante y maravillosa saludos
Gracias por el comentario.
Publicar un comentario