De casa a la universidad son 30 minutos. Algo más, algo menos. Habitualmente lo hago con la música que habitualmente escucho. Sirve como un muro o fortaleza que me defiende de los ruidos y gustos de la masa. Gracias a esa protección sónica, mi mente logra centrarse en temas en los que disfruta centrarse, a saber, mis afectos, mis intuiciones, mis percepciones, mis creencias, etc. Canto al ego y al bello subjetivismo pequeño burgués. Siempre en plan de fuga y vuelo alto. Pero el viaje de hoy fue un viaje distinto. No por lo pensado, sino por el muro sónico. Opté por música popular. Sin querer me di cuenta que había escuchado tres canciones en tres idiomas distintos. Además, composiciones de registro e intensión bastante diversa. Pero a gusto de este señor. Aquí comparto el soundtrack del viaje de hoy.
Hallelujah - Leonard Cohen. Canción emblemática del maestro.
Impressioni Di Settembre - Premiata Forneria Marconi. Para no olvidarla
C'est écrit- Francis Cabrel. Por el lado meloso que todo guardamos dentro. Para mi una canción muy especial.
2 comentarios:
CANCIONES BELLÍSIMAS.
Y OTRO GRAN TEMA: ¿POR QUÉ TENEMOS QUE SUFRIR LAS EMISIONES DEL GUSTO DE LOS CHOFERES Y COBRADORES EN LOS VEHÍCULOS DE SERVICIO PÚBLICO?
ANULAN LA POSIBILIDAD DE PENSAR, LEER... RECORDAR.
desde hace un tiempo que estoy enamorandome de ti, cada día vengo aquí a recostarme a tu lado un ratito, no se lo digas a nadie...
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