Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

sábado, 19 de mayo de 2007

Rosa Mística


Nueve siglos me separan de ti y un océano que fue unido por naves cargadas de oro, plata y "todas las cosas corruptibles y codiciables" (Borges). No hay imagen exacta de ti, tampoco una biografía autorizada. Sólo referencias de aquí y allá y la exaltada devoción de algunas "feminas furia" . Tampoco creo que pueda comprender, cabalmente, lo que tu poesía y música llegan a conocer y comunicar. No podría aun con el mayor esfuerzo de reconstrucción hermeneútica. Es mucho tiempo y un espacio innegablemente amplio, limitaciones y mi ignorancia evidente.

Sin embargo intuyo, porque otra cosa no puedo hacer, que resplandeces en la certeza y en la seguridad de un paraiso prometido y que aun no se perdía por razones que tu sabías de antemano (otra intuición). Aquel paraiso en el que la Rosa Mística domina el mundo desde la libertad de los puros, de los bellos-buenos.

Entiendo que no fue fácil poder conciliar los deberes de hermana obediente y ser una artesana mayor. Si te sirve de consuelo, eso nunca ha sido fácil. Pero más allá de esta lejanía, presiento que me estas mirando mientras leo, oigo y comtemplo tu Ordo virtutum. Presiento que estás detrás de mi mientras escribo esto. Y quiero decirte que te quiero mucho Hildegard Von Bingen. Y también decirte que la Rosa Mística tuvo en ti a su mayor trovadora.

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