1839. Estamos en la última década de la vida del gran Mendelssohn. La era romántica empieza a llegar a su clímax. Los cuatro grandes (Chopin, Liszt, Schumann y Mendelssohn) de este periodo producen lo mejor de aquella gran época.
2012. Me encantan los tríos. Pienso que poseen la combinación exacta de lo que debe tener la música de cámara. Y pienso que este trío, el N.1 Op 49, de Mendelssohn, se asemeja casi a lo que se espera de la perfección romántica. Que no es la misma que la perfección clásica o barroca. La perfección romántica siente el sentimiento, pero no lo aprisiona. Lo deja fluir sin derramamiento sanguíneo. Hay corazón pero no víscera. La perfección romántica posee altura incluso en su tristeza, incluso en su arrebato. Es la educación sentimental, sin duda.
Hoy 30 de mayo del 2012. 14 y 38 de la tarde. Escucho el trío de Mendelssohn. Me emociono con el Molto allegro ed agitato, su primer y vertiginoso movimiento. Y hago una pausa, la pausa que me sacará de todo cuanto me ata en este instante. Estoy feliz a pesar de las cosas que veo y vivo. Estoy feliz porque amo a la música y ella, sea vestida de blanco, de negro o de azul, me acompaña cogiéndome la mano y diciéndome al oído: estoy contigo, estoy contigo, loco varón de la era que jamás existió.
Molto allegro ed agitato. Trío para piano N. 1 Op 49 en re menor de Felix Mendelssohn
Molto allegro ed agitato. Trío para piano N. 1 Op 49 en re menor de Felix Mendelssohn
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