Cuatro minutos y treinta y tres segundos. John Cage |
El tiempo: el misterio. El transcurrir. Lo que pasa. El ser que se diluye. Pues todo, a la larga, se diluye; en un no-ser que llega a tener una presencia poética más que ontológica.
Otra vez Cage es la banda sonora de mi alma. Me voy al silencio absoluto.
Es una presencia más que un intuición. El tiempo atrapado en la nada de cuatro minutos y treinta y tres segundos. Eso es lo que dura mi muerte. Me muero en ese momento. Sin embargo escribo para demostrame que existo esta tarde de junio.
John Cage llegó al mundo y cifró el límite de la música/realidad. El resto es silencio...el resto es la nada..
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