Words move,
music moves
Only in
time; but that which is only living
Can only die.
T. S. Eliot
Porque eres como el sol de los ciegos, Poesía,
profunda y terrible luz que adoro diariamente.
Alejandro Romualdo
Sino fuera por ti, música, cuántas melancolías se hubieran materializado en la tiniebla. Porque estás entre nosotros el día atroz puede ser borrado por un instante y la angustia de no ver al que se ama, se torna en secreta esperanza. Por la música Orfeo convenció al innombrable Hades de entrar al inframundo en busca del amor muerto: Euridice. Y fue la música quien inspiró a Shakespeare a sentenciar con abrumadora sabiduría en el acto V del Mercader de Venecia: El hombre que no tiene música en
sí mismo, aquel a quien no conmueve la armonía suave de los sonidos, es apto
para las traiciones, el robo, las estratagemas y las malignidades; los
movimientos de su alma son trises como la noche y sus sentimientos tenebrosos
como el Erebo. No os fiéis jamás de un hombre así. Escuchad la música.
Y es la música la que nos revela el sentido integral del cosmos, pues toda apreciación integral de la realidad -en su mayor extensión- es necesariamente música. Recuerdo la famosa conclusión de Kant al final de La Crítica a la Razón Práctica: Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto,
siempre nuevos y crecientes, cuanto con más frecuencia y aplicación se ocupa de
ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral en mí. Aquel "cielo estrellado" es música en el sentido totalizador. Pues el cielo y su teoría es una gran estructura; concebida por el cerebro humano como la articulación integral de todo lo que puede ser existente.
Pero la música no sólo integra lo real en su mayor amplitud. También la música nos hace mirar lo más pequeño en su grandeza. La uniones en el plano de lo poco visible. Por ejemplo, pienso en el más pequeño de mis amores. Lo pienso y se me viene a la mente el olor de su cabello, sus pies pequeños, nos manos pequeñas, su voz de pequeño. La música unifica la percepción de uno de mis seres más amados: Ignacio.
Sino no fuera por ti, música, en este momento la nostalgia me habría llevado a cierta zona de la tiniebla. Pero estás aquí para hacerme ver que cargo a mi pequeño dormido esta noche y que siento su peso vivo sobre mi hombro.
Cuando hacía dormir a Armonía y a Melodía ¿Se acuerdan?
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