Música Principia

“Nacido con un alma normal, le pedí otra a la música: fue el comienzo de desastres maravillosos...”. E. M. Cioran, Silogismos de la amargura.

"Por la música, misteriosa forma del tiempo". Borges, El otro poema de los dones.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Música



Hoy necesito una música. No para aliviar al corazón, sino para avivar la mente. Música que eleve mi razón; que le de las alas que el cerebro carece, que convierta la compleja red de procesos neuronales y electroquímicos  en asombro e intelecciones asombrosas.  Música de espíritu ascendente, pero sin mística mítica, sino mítica de las edades seculares del pensamiento.  Música que se pueda tocar objetualmente. Música de alturas temerarias.

Música sin topoi, música -como dije- de alas sin raíces. Música cósmica. Nuevamente, música de infinito matemático y de reglas claras para mantener limpio el espíritu. Racionalismo de la música. Música hiperracional. Música que en su complejidad me conduzca al aneurisma. Música que se pueda deducir a partir de una conjetura con altas probabilidades de ser cierta. 

No quiero vísceras en la música.

Hoy necesito música de la eternidad, inventada en una forma que sólo la idea de occidente (histórica idea) posee desde la Grecia antigua y que ha viajado hasta llegar a la habitación de un pequeño humano, en un país terriblemente pequeño. País terrible sin música.

La Ofrenda Musical, formidable experiencia extrema de razón pura en la música.



Contrapunto XIX del Arte de la Fuga de Bach, forjado por Luciano Berio en enriquecedora postulación sonora. Múisca hecha hipótesis. 

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martes, 3 de diciembre de 2013

Perú: último lugar en en calidad educativa en América Latina, segundo destino gastronómico del mundo


 Kant, el mayor filosofo de la Ilustración, nos dejó en la Crítica a la Razón Práctica una de las más hermosas reflexiones que recuerde. Estas también fueron reseñadas en su tumba y revelan el tenor de una vida dedicada al asombro:


“Dos cosas colman el ánimo con una admiración y una veneración siempre renovadas y crecientes, cuanto más frecuente y continuadamente reflexionamos sobre ellas: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí. Ambas cosas no debo buscarlas ni limitarme a conjeturarlas, como si estuvieran ocultas entre tinieblas o tan en lontananza que se hallaran fuera de mi horizonte; yo las veo ante mí y las relaciono inmediatamente con la consciencia de mi existir.” (Crítica a la Razón Práctica)
Creo que el asombro kantiano que citamos líneas arriba,  es una inspiración para todo aquel que ha decidido a dedicarse a los asuntos del pensar, del conocer; del vincular el conocer con el sentir. Y, en todo ello, elevarse. Si, elevarse. La Filosofía, la ciencia y la música me han hecho - en la privacidad de mi mente- inmensamente feliz. Y es el cerebro y sus complejos procesos, los que me llenan siempre de asombro. El mayor de todos mis asombros: ¿cómo de una estructura material, como el cerebro, puede emerger una conciencia reflexiva, creativa y sentimental? ¿Cómo de lo material emerge lo inmaterial?

Pero hoy no escribo de mis alegrías, sino de mi inmensas tristezas. La lectura de dos noticias que si llenan mi asombro gris: 

1. PISA: Perú, último lugar en comprensión de lectura, matemática y ciencias http://www.rpp.com.pe/2013-12-03-pisa-peru-ultimo-lugar-en-comprension-de-lectura-matematica-y-ciencias-noticia_652086.html

2. Perú es el Mejor Destino Culinario del Mundo por segundo año consecutivo http://elcomercio.pe/turismo/1667389/noticia-peru-mejor-destino-culinario-mundo-segundo-ano-consecutivo 

¿Tiene importancia poseer una de los mejores gastronomías del mundo cuando se tiene a una de las poblaciones más estúpidas de la tierra? ¿Tiene sentido el "comer sabroso" cuando la inmesa mayoría de peruanos no sabe entender lo que leen o razonar de modo lógico y eficaz? ¿De qué sirve ese idiota, si idiota orgullo, por la comida peruana si el futuro de un país está en riesgo por su  bajísimo nivel educativo? Muchos peruanos pueden creer que comen sabroso, pero sin darse cuenta que no piensan. Esa es la tragedia. Entendamos esto bien: ningún país que ha llegado al desarrollo integral lo ha hecho gracias a sus delicias estomacales. Es como si Japón fuere una potencia mundial gracias al Sushi, Francia por sus vinos y quesos o Alemania por la salchicha.

El orgullo gastronómico es la última de las falacias que buscan reducir al Perú a un país folklórico. Se encuentra en ese mismo nivel de argumentación de hacernos creer que los peruanos debemos renunciar al desarrollo industrial y tecnológico. En suma, renunciar a nuestro propio proyecto baconiano (ciencia que nos otorgue poder). Renunciar a la formación de conocimientos científicos, renunciar a la formación de intelectuales, renunciar a formar innovadores tecnológicos.

Hace unos años, Tailandia tuvo el triste privilegio de ser el mayor destino de turismo sexual del mundo. Algunos tailandeses se orgullecían de tal estatus. Me imagino que los dueños de burdeles y los beneficiaros de la economía sexual se llenaron de dinero a punta de "ese orgullo". También en el Perú habrán algunos que se han hecho multimillonarios haciendole creer a muchos peruanos que seremos un país desarrollado gracias al Lomo Saltado o al Ceviche. En fin, no hay nada que celebrar.