Leo el mito de Marsias y Apolo, sangriento en su final y conmovedor en su historia. Marsias, sátiro, formaba parte del séquito de la diosa Cibeles. Cierta vez se encuentra un aulos perdido por la diosa Atenea al lado de un arroyo. Feliz de su hallazgo, quedó fascinado por el sonido. Al punto que, al verlo Apolo tocar el aulos le retó a una competencia entre ambos. El dios Apolo tocaba como ninguno la khitara y su sonido era mucho más agradable que el del aulos de Marsias. Las musas asistentes,quienes oficiaron de juezas de la competencia, sentenciaron la victoria del dios griego sobre el sátiro. Así Apolo tuvo derecho sobre la vida de Marsias. Lo despellejó vivo como castigo a su soberbia. Había aceptado el desafío de un dios, pretendiendo competir con él. He ahí el pecado y la enseñanza.
Syrinx. Arthur Hacker, 1892 |
Syrinx, para flauta sola. Claude Debussy. 1913. Siempre el modernismo impresionista tan influenciado por la sensualidad mítica. Gran pieza que posee una bella e inspirada levedad. Maravillosa
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