Fragmento de la introducción:
La música, misteriosa forma del tiempo.
Una introducción personal a las indagaciones sonoras
"El poema “Otro poema de los dones” (1964) de Jorge Luis
Borges termina con una sentencia que me ha acompañado a lo largo de los años y
que sintetiza, en parte, lo que puede ser la percepción de lo musical a la luz
de la experiencia: “por la música, misteriosa forma del tiempo”. Esta
conclusión memorable de uno de los textos más bellos de Borges es el punto
final de un poema en donde la multiplicidad y vastedad de la realidad se
confunde con la narración poética. Lo que se nos ha sido dado, ya sea en forma
de procesos o de eventos —“Gracias quiero dar al divino / laberinto de los
efectos y de las causas / por la diversidad de las criaturas / Que forman este
singular universo”— conlleva un acto de gratitud para la existencia consciente
de sí misma y de lo que le rodea. Todo asombro brindado por el universo nos
conduce a algún tipo de experiencia que potencialmente se transforma en
conocimiento. De ahí el agradecimiento a la música, por ofrecernos una forma
del tiempo que tiene su propio secreto. En ese sentido, ¿cuál es el enigma del
tiempo musical del que nos habla el gran Borges?"
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