martes, 11 de enero de 2011

Alegoría musical en una lección moral

Johannes Baeck. El Hijo Pródigo y las Cortesanas. 1637. 

Ahí está el hijo pródigo en situación lasciva, sentando a la cortesana en sus piernas; tocándola indebidamente y sonriendo, sometido, a sus sentidos. También está la música, acompañando la concupiscencia del hijo amado perdido en el mundo sensorial.  ¿Es la música compañera de la incontinencia o más bien quien cuestiona la actitud del joven desenfadado? ¿Cómo está la música? La interprete está afinando la viola da gamba. ¿Qué irá a tocar mientras el hijo pródigo se divierte ajeno al mundo de los fines? 

Sarabande de Philippus Hacquart (1645-1691) . Compositor neerlandés del siglo XVII, tan flamenco como Johannes Baeck. 


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